Un millón y medio de pesos es la diferencia que separa a Oscar Ruggeri de su alejamiento como entrenador de San Lorenzo, aunque es un hecho que ya no volverá a conducir al plantel. El técnico se reunió en una oficina con el presidente Rafael Savino y el vicepresidente segundo de la entidad azulgrana, Agustín Ciorciari, para comenzar a negociar.

La negativa de Ruggeri a alejarse del club pese a la flojísima campaña futbolística en el plano local e internacional, poco más del 50 por ciento de los puntos conseguidos por el plantel durante su ciclo, incluidas las históricas goleadas 1-7 ante Boca y 0-5 frente a River.

Los abogados del club y de Ruggeri se reunieron ayer para empezar a delinear cómo se saldará esa deuda, que se formó por un juicio originado de su paso anterior por el club más lo generado esta temporada. A Ruggeri se le vence el contrato el próximo 30 de junio, pero los dirigentes no quisieron esperar, aunque tampoco despedirlo.

Por su parte, Ruggeri se mantuvo en su cargo pese a las abultadas goleadas en contra con la intención de poder negociar el cobro de la deuda original. Savino dijo todo el fin de semana, a propósito de la última goleada en contra frente a Quilmes, el viernes, que esperaba un gesto del entrenador, renunciando al cargo y a cobrar el resto del contrato. No fue ésa la acción del entrenador.

El viernes, Ruggeri se despidió de sus jugadores “hasta el 4 de enero”, día en que comenzará la pretemporada y se recluyó en su campo de Corral de Bustos, en Córdoba. Recién el lunes al mediodía retornó a Buenos Aires con el único objetivo de reunirse con los dirigentes y empezar a discutir las condiciones económicas de su alejamiento. Sin renuncia.

La de Ruggeri es la octava cesación de un técnico en su cargo en el Apertura 2006. Pero podría no ser la última: dependerá de lo que suceda con el técnico de Boca, Ricardo La Volpe. El ex entrenador de la selección mexicana fue, incluso, mencionado como posible reemplazo si se concreta su salida de Boca.