Los dirigentes de Boca decidieron hacer todos los esfuerzos para contratar a Martín Palermo o Roberto Sosa, los nombres del goleador que todavía espera Tabárez. En ese sentido, admitieron ayer que las negociaciones que lleva a cabo el secretario técnico, José Cirillo, “se encuentran bien encaminadas”, y por eso viajaría a España en las próximas horas para cerrar una de las dos operaciones. De los dos, Sosa aparece más cerca. Al mismo tiempo, por pedido del entrenador, se deberá reducir el plantel de profesionales.
Se rumorea que Boca le habría ofrecido a Palermo un contrato de dos millones de dólares por un año –cobra 1,8 millón en el Villarreal–, más otro millón de dólares para el club español. Pero el regreso de Martín está condicionado a que el Barcelona ceda al Villarreal a los brasileños Geovanni y Fabio Rochemback y además el director técnico del Villarreal, Víctor Muñoz, dijo que de ninguna manera dejará ir a Palermo porque es el único centrodelantero que tiene. Y fue más allá: “No sé si existe algún equipo que pague los 30 millones de dólares que cuesta la rescisión del contrato”. Sin embargo, en Boca tienen otro discurso: “Lo de Martín no es tan imposible, seguimos confiados, aunque creo que es difícil”, aclaró ayer Cirillo.
En relación con Sosa, ayer hubo novedades genuinas y alentadoras porque su representante Roberto Settembrini –que se reunió con Macri y con gente del Udinese– manifestó que el pase se puede hacer en tanto el equipo italiano admite un préstamo y el jugador acaba de desechar ir al fútbol turco. El mismo Pampa reconoció la posibilidad de regresar a Argentina y consideró “un lindo desafío” jugar en Boca –más allá del “problema” del dinero– porque el nuevo entrenador del Udinese no lo tendrá en cuenta para el próximo campeonato. En cuanto a los numeros, trascendió que Boca cerraría la operación con 1.300.000 dólares: 800 mil de préstamo y medio millón para el contrato del jugador por un año. Es mucho más accesible que lo que había trascendido de Palermo.
Por otra parte, en los próximos días se hará la depuración de un plantel cuyo número se considera “excesivo”: de los 36 profesionales, sólo quedarán 25. Entre los que emigrarían figuran los arqueros Mauro Astrada y Cristian Muñoz, ya que Tabárez decidió quedarse con Abbondancieri, Mauro Caballero y el juvenil Silvio Dulcich; los defensores José María Calvo (si pasa al Feyenoord en dos millones de dólares); Juan Forchetti (pretendido por Nueva Chicago); Facundo Imboden (tras su frustrado pase al Basilea de Suiza, ahora lo pidió Huracán), y Pedro Méndez (a Talleres u Olimpo). Entre los volantes, Matías Arce se iría al Besiktas de Turquía, donde está Oscar Córdoba, aunque también tiene oferta del fútbol chino y José Pereda (que ayer estuvo en el club cumpliendo trámites administrativos) que retornará a Perú. En La Paglia están interesados Talleres y Huracán. Tampoco continuarían los delanteros Esteban Herrera (pretendido por Arsenal) y Facundo Bonvín (regresó del fútbol inglés).
A su vez, los jugadores negociaron los premios del Apertura. Trascendió que se establecerá una escala que va desde los 3500 pesos por partido ganado, y 2500 si el equipo empata, siempre y cuando ocupe los tres primeros lugares de la tabla de posiciones, en un ciclo de cuatro partidos consecutivos.