Hasta ahora, era el único exponente de un oficio curioso. Entrenador de River. Porque la dedicación de Ramón Díaz era mucho más acotada que la de un técnico común. Era técnico, sí, pero sólo de River. Como futbolista, en la Argentina jamás se puso otra camiseta que la de la banda roja. Y como entrenador, salvo un llamativo paso por un club de la tercera inglesa, el Oxford FC, sucedió lo mismo: de hecho, desde que tres meses después de haber asumido como presidente de River, José María Aguilar no le renovó el contrato, Díaz no dirige en la Argentina: su último partido como DT (de River) fue en mayo de 2002. Pero esa característica tan particular se disolverá hoy, cuando Díaz asuma como entrenador de San Lorenzo, un club conflictuado después del traumático último paso de Oscar Ruggeri por su banco e, incluso, sintiendo los coletazos de la crisis también a causa de la designación de Díaz como entrenador: el presidente Rafael Savino, siempre opuesto a la idea de que el técnico tan identificado con River llegara al club y que pudiera perjudicar las frágiles cuentas de la tesorería, podría tomar alguna decisión repentina ante la evidente derrota política que significó haber perdido la pulseada, dado que propulsaba a Leonardo Astrada.

Díaz se hará cargo del plantel el próximo jueves 4 de enero, dentro de nueve días, para iniciar la pretemporada. Su ayudante de campo será el ex delantero Sebastián Rambert y tendrá, como parece estar convirtiéndose en costumbre, dos preparadores físicos, Oscar Dean y Pablo Fernández. La versión Díaz de San Lorenzo debutará el viernes 12 de enero en Mendoza frente a Racing.

Era evidente que, después de casi cuatro años sin dirigir, y con Aguilar firme al frente de River (lo que le cierra las puertas a un eventual regreso a su ocupación tan particular), Díaz estaba necesitado de dirigir, no desde el punto de vista económico sino desde lo profesional. De hecho, el riojano resignó el 75 por ciento de sus aspiraciones para asumir el cargo; a lo que no se resignó fue a no contar con los cuatro refuerzos que el club está en condiciones de anotar para el próximo Clausura 2006. Cuando Díaz negoció con la segunda línea dirigencial de San Lorenzo (cortados los puentes con el presidente Savino) y éstos le hicieron saber de la imposibilidad de contar con recursos para contratar refuerzos (como gastos prioritarios figuran, entre otros, el pago de la indemnización a Oscar Ruggeri), el ex DT de River hizo saber que, junto a él, un grupo inversor estaba en condiciones de realizar el desembolso.

Muchos hinchas no están de acuerdo con el hecho de “prestar” la camiseta, de permitir que San Lorenzo sea vidriera para futbolistas que representan negocios para los inversores sin dejarle utilidades al club; pero también acuerdan con el perfil exitoso del entrenador, especialmente después de la terrible campaña del equipo en la última parte del 2006, que incluyó una eliminación catastrófica en la Copa Sudamericana, dos goleadas terribles ante Boca y River y derrotas humillantes como la última ante Quilmes, después de ir ganando 2-0 a los 11 minutos para terminar perdiendo 4-2 con el último equipo de la tabla: San Lorenzo quedó ubicado en el undécimo lugar de la tabla del Apertura aunque le resta jugar el polémico partido contra Racing, suspendido por la acción de los hinchas de uno y otro club.

Es que el historial de Díaz como entrenador (de River) es brillante. participó de la conquista de siete títulos (Apertura 1996, Clausura 1997, Apertura 1997, Apertura 1999 y Clausura 2002, locales; Copa Libertadores 1996 y Supercopa 1997, internacionales) y los equipos que él dirigió ganaron 155 de los 301 partidos jugados. El pedigrí de Díaz luce aún más frente a los pálidos resultados que, como técnico, logró Ruggeri, calificado hace poco como “Míster Fracaso” por la revista El Gráfico.

El técnico, de fuerte temperamento, que no tolera líderes en sus planteles que no tengan su aprobación y que no hace uso del tacto para conducir a sus jugadores, habría solicitado como refuerzos un lateral izquierdo, un volante central, un enganche y un volante por la izquierda. Los nombres que circularon fueron los de Juan Pablo Sorin, Cristian Ledesma, Leandro Romagnoli y Santiago Solari. Pero hoy después de la presentación, Díaz anunciará claramente sus pretensiones.

El volante Osmar Ferreyra y el defensor Pablo Quatrocchi se desvincularon, y a ellos se podría sumar el delantero Ezequiel Lavezzi, que tiene ganas de cambiar de aire. Sin embargo, Díaz pidió que retuvieran al atacante, un poco porque entra en sus esquemas y otro porque el club de destino sería River... El club de Núñez habría ofrecido unos 5 millones de dólares, pero el presidente Savino argumentó que el delantero vale más de diez millones, y Díaz opina que vale no menos de 20 millones. Lavezzi está tratando de forzar el pase, pero el técnico quiere que forme parte de la dupla atacante con Andrés Silvera, que firmará un contrato de tres años con el club.