Con la mira puesta en el comienzo del torneo Apertura, dentro de una semana, Boca continúa su preparación buscando la puesta a punto. De esa manera, el equipo conducido por Oscar Tabárez venció ayer –en un poco lucido entrenamiento con público– por 1-0 a Tristán Suárez, presentando un equipo que mezcló titulares y suplentes y que, en líneas generales, no funcionó. En este partido hicieron su presentación tres de los recientes incorporados: Ezequiel González, Raúl Estévez y Matías Donnet, quien ingresó en el segundo tiempo. El encuentro se jugó en la cancha de Tristán, equipo de la Primera B Metropolitana, y contó con un gran marco de público.
El encuentro fue a beneficio de los Comedores Infantiles del distrito de Ezeiza, y se acercaron cerca de quince mil personas, que ingresaron a cambio de un alimento no perecedero. El equipo local, que se ha reforzado con varios jugadores de trayectoria en las categorías de ascenso, inauguró una nueva tribuna.
El presidente de Boca, Mauricio Macri, fue homenajeado con la entrega de una plaqueta durante el entretiempo. En la última jugada de la tarde, sobre los tres minutos de tiempo adicionado, Omar Pérez ejecutó con rapidez un tiro libre, aprovechando la distracción de los defensores locales, y Facundo Bonvín (regresó del fútbol inglés y sería cedido), luego de recibir sin marca en el área, marcó el único gol.
Dentro de un nivel muy discreto, Boca ejerció un marcado dominio territorial en el primer tiempo, aunque sus llegadas fueron pocas: un tiro libre del juvenil Franco Cángele que desvió al corner el arquero Gustavo Lema, a los ocho minutos, y un remate de Gustavo Pinto recto a la posición del arquero. En el segundo tiempo, la posesión de la pelota estuvo más repartida, en especial luego de que Boca se quedara con diez jugadores, a los diez minutos, por la expulsión de Javier Villarreal, aparentemente por un exceso verbal.
Hoy, el equipo de Tabárez enfrentará a Arsenal de Sarandí, el recién ascendido.