Cerca de medio millón de dólares necesitará como respaldo el piloto que quiera ganar el título de Turismo Carretera, el campeonato de automovilismo más popular de la Argentina, que se inicia este fin de semana en Mar de Ajó. No será un torneo más: en agosto, el TC cumplirá 70 años desde su primera carrera, el Gran Premio Argentino de 1937, y el organizador del certamen, la Asociación Corredores Turismo de Carretera (ACTC) pretende celebrarlo con un sinnúmero de acciones a lo largo de la temporada que, de todas maneras, le saldrán bastante más económicas que el esfuerzo de los principales candidatos.

En efecto, se calcula que un alquiler de un auto de punta como para ganar varias de las 16 carreras que componen el calendario, entre la de este domingo en Mar de Ajó y la del cierre del torneo, el 25 de noviembre en Río Gallegos, ronda entre los 75 mil y los 90 mil pesos por competencia. Eso es lo que puede cobrar un equipo de punta, como el Lincoln Sport Group, por ejemplo, para darles a sus pilotos-clientes la mejor herramienta. Una rápida cuenta eleva la cifra a 1,2 a 1,44 millón de pesos para todo el ciclo.

Desactualizado quedó el pedido formulado durante el 2005 por el presidente de la ACTC, Oscar Aventín, para que los equipos y preparadores de autos bajaran sus costos en un 20 por ciento. Lejos de eso, las cifras se incrementaron más del 9,8 por ciento que indicó la inflación anual, y los cambios reglamentarios en los motores, destinados a lograr más potencia en los coches y más espectáculo en las carreras, contribuyeron a ello: la adecuación de los vetustos motores de seis cilindros, en los que se aumentó la cilindrada de 3000 a 3100 cm3 (y 3150 cm3 en el caso de los Chevrolet) y la compresión costaron alrededor de 20 a 24 mil pesos por motor. Ese es un costo que los preparadores pasarán irremediablemente a la cuenta final: el alquiler de un impulsor para una carrera rondará los 12 a 14 mil pesos. Para ensayar las últimas modificaciones en las dos semanas previas a la carrera del domingo, los gastos crecieron hasta los 20 a 25 mil pesos. Un juego de gomas nuevo cuesta 2200 pesos y el uso de la pista cuesta por día otros 300.

No todos los equipos alquilan sus autos a pilotos con aspiraciones: otros contratan a sus pilotos. Ese es el caso del bicampeón JP Racing, que tiene bajo sueldo al campeón Norberto Fontana y al monarca 2005, Juan Manuel Silva, facturando la publicidad a su cargo: algunas versiones dicen que el Dodge Nº 1 podría facturar casi 120 mil pesos por carrera en concepto de sponsorización.

La sorpresa de la temporada puede darla el nuevo equipo HAZ, propiedad del empresario futbolístico Fernando Hidalgo, la H de la sigla. El flamante equipo, apadrinado por el capitán de Estudiantes de La Plata Juan Sebastián Verón y que acaba de realizar una fastuosa presentación, alistará cuatro Chevrolet, aunque no todos son de su propiedad: uno de ellos, el que conducirá Christian Ledesma, sigue siendo de José Luis Lingeri, el secretario adjunto de la CGT.

Los que no logran reunir semejantes presupuestos o no alcanzan el grado de éxtasis que supone la contratación para un equipo fuerte siguen dedicándose al cuentapropismo deportivo, armando su auto en un taller con algunos colaboradores y alquilando un motor para correr. Eso se logra con bastante menos dinero, pero renunciando a las consagraciones.

No sólo son los pilotos los que deberán hacer un desembolso mayor. También los fanáticos se verán obligados a estirar la billetera: las populares costarán 50 pesos y, después de muchos años, las mujeres volverán a pagar entrada, en este caso de 20 pesos. Como los coches pagan estacionamiento (10 o 30, según sean livianos o pesados), una familia tipo puede gastar 4800 pesos en entradas a lo largo de todo el torneo, a lo que debiera sumarse otros cinco mil pesos en concepto de traslados y peajes: el circo del TC se desplazará casi 20 mil kilómetros para disputar las 16 competencias del calendario. Para la primera del año, 62 pilotos tomarán parte hoy de la primera tanda de clasificación en el autódromo de Mar de Ajó.