“Mi intención era venir por un año, pero si me tocaba por tres días, venía igual.” Juan Román Riquelme terminó de enamorar –por si hacía falta– a los hinchas de Boca confesándoles el tamaño de su necesidad de regresar al club en el que se consagró. Fue durante la presentación formal que se hizo anoche en la sede del club, después de que quedara claro que no viajará mañana con el resto del plantel a la altura boliviana para debutar en la Copa Libertadores, y que recién el jueves el entrenador Miguel Angel Russo determinará si juega contra Central, el domingo, en la Bombonera, por la segunda fecha del Clausura.

“Yo quería venir por un año, pero no se pudo. Macri trató de traerme como se pudo, pero si me tocaba venir por tres días venía igual. Tomé una decisión muy buena para mí”, subrayó Riquelme, cuyo pase sigue perteneciéndole al Villarreal, al que deberá volver el próximo 30 de junio, cuando concluya el préstamo por el cual Boca pagó dos millones de dólares, una operación que Macri calificó como “un gustito” que se daban los hinchas.

“Gracias por darme la oportunidad de volver a mi casa”, dijo el futbolista a la directiva boquense. “Es un día muy importante para mí. Ojalá que en junio podamos celebrar algún título y que pueda darle a la gente buenos partidos para que esté feliz”, añadió. “La sensación que uno vive en la Bombonera no tiene comparación. A medida que pasen los días seguramente me voy a sentir cada vez más raro y con más ganas de jugar”, comentó. “Toda esta semana tengo que entrenarme. Por mi parte, no voy a tener problemas de jugar el domingo. Ojalá pueda tener esa oportunidad.”

Riquelme explicó que recién ayer habló por primera vez con Russo. “Me preguntó cómo estaba y le dije que estaba feliz y que quiero jugar lo más rápido posible”, repuso. “Cuanto mejor juegue el equipo, más complicaciones tiene el técnico. Eso es lo mejor que le puede pasar”, confió.

“Desde que me tocó irme de aquí no volví a ganar. Hoy puedo decir que soy feliz. Mañana (por hoy) seguramente será un día muy especial, cuando tenga que salir a entrenarme con los colores de mi club.” Tan feliz debía sentirse que le dejó una puertita abierta a la Selección, a la que renunció el año pasado. “Mi obligación es cumplir con mi club. Después, más adelante, se verá. Uno a la Selección Argentina la quiere mucho y, cuando mira los partidos, quiere que a los muchachos les vaya bien. Si en algún momento tengo que volver a pensar en la Selección, será porque me fue bien en Boca.”

“Riquelme debe amoldarse rapidito y pronto –opinó Russo–. Pero los jugadores que tienen talento, y más los de Boca que van recuperando el nivel, son importantes.” Riquelme –que portará el 10 en la camiseta, número que tenía Jesús Dátolo– se sumará hoy al plantel. El preparador físico, Guillermo Cinquetti, le elaboró un diagrama especial de trabajo que el jugador comenzará a cumplir esta misma tarde.