DEPORTES
Un entrenador con experiencia
Osvaldo Ardiles dirigió la mayor parte de su carrera en Inglaterra, donde los hinchas lo corrieron tras una derrota catastrófica.
› Por Ariel Greco
No se puede decir que Osvaldo Ardiles no tenga experiencia para dirigir en el fútbol argentino. En 1994, su equipo, el poderoso Tottenham Hotspurs, perdió 3-0 por la Copa de la Liga con el modestísimo Notts County. Al final del partido, “Ossie” debió ser protegido por la policía, ya que un grupo de fanáticos quería golpearlo. Unos días más tarde, el presidente de la institución, Alan Sugar, lo destituyó de su puesto. Teniendo en cuenta el pasado reciente de Racing, es una vivencia que le podría servir...
¿Ardiles? ¿El Pitón Ardiles viene a Racing? Cuando cualquier futbolero se enteró de que el nuevo entrenador de Racing iba a ser el cordobés, que nunca dirigió en la Argentina, las preguntas alternaban entre la sorpresa y la incredulidad. Por un lado, el ex jugador de Belgrano, Instituto y Huracán no figuraba en ninguna lista de posibles candidatos para suceder a Reinaldo Merlo. Y por otro, después de 24 años fuera del país, sonaba increíble que justo en esta situación retornara para cumplir su primera experiencia como técnico en el país.
Es que desde que dejó Huracán para pasear su fútbol por el Tottenham Hotspur luego del Mundial 1978, Ardiles nunca más tuvo un contacto directo con el fútbol argentino, aunque se mantuviera como el volante derecho titular en la Selección que conducía César Menotti. En más de una ocasión se lo mencionó como posible técnico de algún club local, pero los rumores que lo vinculaban a River, Huracán o Talleres quedaron sólo en eso. Incluso en 1998 afirmó que le gustaría dirigir en la Argentina, en una nota publicada en Clarín. Sin embargo, hasta ahora nunca se había dado la ocasión.
Pero más allá de su inexperiencia en el país, Ardiles tiene una larga trayectoria como entrenador. A fines de los ‘80 se hizo cargo del Swindon Town, equipo al que logró ascender a la primera división. Esa tarea llamó la atención del Newcastle, que lo contrató para intentar superar una profunda crisis. Sin fortuna en el actual equipo de Sir Bobby Robson, Ardiles debió comenzar de nuevo en el West Bromwich, de tercera división, uno de los equipos más tradicionales de Inglaterra, caído en desgracia.
Allí también se destacó por su labor y por un nuevo ascenso, que le abrió la puerta de su segunda casa, el Tottenham. Los Spurs lo llamaron para suceder al mítico Terry Venables, despedido luego de siete temporadas en la entidad. A pesar de ser un hombre muy querido, el cordobés no pudo repetir los éxitos como jugador y, tras 17 meses en el cargo, fue despedido tras el humillante 0-3 con el Notts County.
Su carrera tomó diferentes rumbos. En Japón se hizo cargo del Shimizu, con el que fue subcampeón de la Liga, ganó dos Copas de ese país y fue galardonado como el mejor entrenador del año 1998. Retornó dos años más tarde para dirigir al Yokohama Marinos, mientras que entre ambas experiencias tuvo un fugaz paso por el Croatia Zagreb, con el que disputó la Champions League del ‘99. También pasó por México y Arabia Saudita.
Sobre su filosofía futbolística, los equipos de Ardiles siempre fueron sindicados como muy sudamericanos para el estilo inglés. Por el contrario, en sus experiencias fuera de Gran Bretaña, su búsqueda pasó por inculcarles a sus jugadores la mentalidad inglesa. En una entrevista del 2000 dejó muy claro su pensamiento: “Me gusta ganar. Es fundamental saber adaptarse a los jugadores. No digo ‘vamos a jugar cierto sistema’, hay que ver cuáles son los mejores jugadores y, de acuerdo a eso, encontrar una adecuada organización para que cada uno de ellos pueda expresarse de la mejor forma para que el equipo sea lo más eficaz posible”. Ahora tendrá una oportunidad de demostrarlo.