Diego Maradona está “fuera de peligro” y en 72 horas podría abandonar el sanatorio en el que fue internado en la noche del miércoles por una descompensación producto de una fuerte discusión familiar y de un exceso de consumo de alcohol. El astro “se encuentra estable y su evolución es buena”, afirmó Héctor Pezzella, uno de los directores del sanatorio. El médico personal de Maradona, Alfredo Cahe, advirtió que el exceso de alcohol podría hacer aparecer “complicaciones hepáticas y pancreáticas”, pero los médicos del sanatorio negaron que el ex jugador sufra de cirrosis.

“El paciente está estable, hemodinámicamente hablando, y se le están haciendo estudios de control como ecografía, radiografía y análisis de laboratorios que no arrojaron ninguna cuestión patológica hasta este momento”, dijo Pezzella.

El médico aseguró que Maradona “está bajo efecto de medicación, para tratar de mantenerlo tranquilo y compensar algunos elementos de su medio interno”. Y agregó: “La descompensación tuvo que ver con desarreglos de tipo alimentario, entre ellos el alcohol, pero está evolucionando normalmente”.

“Está en compensación y no hay ningún tratamiento específico porque no hay ninguna patología de base que lo demuestre”, precisó Pezzella y detalló que “estará sedado entre 48 y 72 horas. Es la evolución para poder medir algunos parámetros que tienen que ver con el síndrome de abstinencia”. Después de ese período podrían darle el alta.

Asimismo, remarcó que “no hubo presencia de cocaína, pero el alcohol es una droga que genera adicción y el síndrome de abstinencia hay que tratarlo”. Pezzella comentó que “lo acompañan sus hijas y sus amigos” y que “está sereno y descansando”.

Según los médicos que lo atienden, el paciente no registra “insuficiencia cardíaca aguda, ni hay ningún elemento que esté fallando de su organismo”. Y agregó: “El alcohol es un condicionante de la descompensación, sobre todo cuando hay exceso. En este caso, que sí lo hubo, descompensó varios órganos y eso es lo que (Maradona) vino a compensar”.

Luego negó que el paciente tenga signos de descompensación renal y afirmó: “Sí presenta una hepatopatía crónica, que ya tenía, pero no sufre cirrosis”. La hepatopatía es “un trastorno que hace que el hígado funcione mal o no funcione”, pero no alcanza a ser una cirrosis, enfermedad caracterizada por una lesión que se desenvuelve en las vísceras, especialmente en el hígado, y consiste en el endurecimiento de los elementos conjuntivos y atrofia de los demás, y que se asocia al consumo indiscriminado de alcohol.

Maradona permanece en una habitación común en el piso 13 del sanatorio y no tiene régimen de visitas. Su hija Gianina, su pareja Verónica (que habría sido el motivo de la discusión entre Maradona y sus hijas), su hermano Raúl (quien dijo que lo había visto “bien” a Diego) y su hermana Cristina (que fue la que autorizó la internación porque tiene un poder que heredó después de la separación de Maradona y Claudia Villafañe) estuvieron con él hasta última hora de la noche.

“Es tan grande a veces la presión internacional sobre una persona que hay momentos en que la derivación y la explosión de su personalidad se va hacia cualquier lado”, dijo anoche Cahe.

Los médicos insistieron en que los nuevos problemas de salud del ex jugador no se deben al consumo de drogas. “Diego es famoso de verdad –reflexionó su médico–. Famoso de una manera poco común. En todas las partes en donde hemos estado la presión ha sido tan grande que Diego nunca tuvo paz. Esta presión multiplicada a través de los años infiere de una manera tan patológica que llega un momento en que no se soporta.”