La de Abdalá Bucaram Jr en Chacarita es una historia de insólitos matices políticos. El hijo del ex presidente del Ecuador aterrizó en un club con sólidos vínculos con el justicialismo, luego de que su padre anudara lazos con Carlos Menem durante la presidencia del riojano que intenta el retorno. “Dalo” Bucaram, un discreto enganche que jugaba en un club de segunda de su país, no hubiera podido elegir mejor destino para continuar su carrera futbolística.
Con contactos de un empresario llamado Lisiardi, Bucaram Jr llegó hace un par de semanas a probarse a Chacarita, y jugó un amistoso, ante Chicago, la semana pasada. “Dalo” no viajó a México con la delegación de Chacarita que perdió el sábado ante el Querétaro –por lo cual jugó ayer contra Vélez su partido por la fecha inicial del Apertura–, pero fue inscripto cablegráficamente por el club en el libro de pases, lo que hace suponer que negociarán su transferencia, aunque sólo les queda un día para definirla, ya que mañana vence el plazo para concretar la contratación de aquellos jugadores anotados por cable. El club de San Martín está históricamente ligado al peronismo, de lo que Abdalá Bucaram –exiliado en Panamá, como alguna vez lo estuvo Juan Domingo Perón– sabe bastante.
En Chacarita el ascendiente es grande. Al club lo conduce desde hace casi una década el gastronómico Luis Barrionuevo, ahora senador por Catamarca y marido de la ministro de Trabajo, Graciela Camaño. Históricamente aliado al menemismo, Barrionuevo se alejó del precandidato en el último tiempo, y estuvo en el acto de lanzamiento de José Manuel de la Sota en Córdoba, el sábado.
El técnico de Chacarita sigue siendo José Omar Pastoriza, un peronista histórico y con pasado gremialista, ya que fue durante algunos años secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados. Pastoriza integró la delegación del gremio de los técnicos que visitó el lunes a la ministra Camaño, para solicitarle planes Trabajar para los entrenadores desocupados.
En el pasado reciente del banco de suplentes de Chacarita figura Osvaldo “Chiche” Sosa, también afín al Partido Justicialista. Alguna vez, Barrionuevo quiso contratar como entrenador a Norberto Alonso, el ídolo futbolístico de Menem, de gran trato con el riojano.
Pastoriza sorprendió esta temporada al traer al club de San Martín a otro compañero de ruta, el ex arquero de Boca, Carlos Navarro Montoya, de cuya simpatía política no puede dudarse: cuando Carlos Menem logró la reelección, en 1995, al día siguiente sonreía desde la tapa de la revista El Gráfico flanqueado por dos futbolistas; uno de ellos era el arquero...
Los vínculos de Bucaram con el fútbol se remontan a la época en que era dirigente y luego presidente del Barcelona de Guayaquil, el club más poderoso de Ecuador. De ascendencia libanesa, Bucaram trabó contacto con Menem cuando contrató a la Fundación Mediterránea para instaurar un régimen de convertibilidad en su país, y afianzó ese vínculo después de su destitución, en febrero de 1997, cuando el entonces presidente argentino lo defendió. Un año más tarde, Bucaram visitó sorpresivamente la Argentina con dos propósitos: visitar a Menem en Olivos y, al día siguiente, hacerse atender en el consultorio de la AFA, en Viamonte al 1300, por el doctor Luis Pintos, para operarse de una rodilla. La convertibilidad ecuatoriana de Bucaram derivó, en enero del 2000, en la dolarización, la misma que Menem propone en su plan de gobierno, y que tanto Anne Krueger como “los notables” rechazan públicamente.
Abdalá Bucaram Jr piensa que su padre habría sido el mejor presidente de Ecuador si lo hubieran dejado. Hizo las inferiores en el Emelec antes de pasar al Santa Rita de la segunda división, y jugar el último torneo para el Barcelona de Guayaquil. Su último paso por los titulares deportivos tuvo lugar en mayo del año pasado, cuando el técnico de la selección de Ecuador, Hernán Darío Gómez, fue baleado por un particular que le reprochó haber desafectado a Bucaram Jr de la selección juvenil que debía venir a Buenos Aires a jugar el Mundial Sub-20.