El español Rafael Nadal se impuso ayer al suizo Roger Federer en la “batalla de las superficies”, una peculiar exhibición de tenis con una cancha mitad polvo de ladrillo, mitad césped. Nadal, número dos del mundo y el mejor tenista en polvo de ladrillo, venció 75, 46, 76 (1210) a Federer, líder del ranking mundial y rey del césped, en más de una hora y media de intenso juego.

El español recién pudo llevarse el partido en el cuarto match-point, tras levantar dos pelotas de partido a favor de Federer, que cometió llamativos errores con la derecha. Jugar sobre la superficie lenta se reveló como una clara ventaja. “Nos gustó, aunque no para jugar en torneos”, coincidieron los protagonistas en una conferencia de prensa que fue, casi, una charla de amigos. “Quizá se pueda hacer algo similar combinando cemento y polvo de ladrillo”, aventuró Federer.

“Me costó mucho ser rápido con el tema de las zapatillas”, reconoció Nadal, que demoró en cada cambio de calzado, que realizaban ambos cada dos juegos. “Claro, es que tenías mucha presión...”, bromeó el suizo en un clima relajado que contrastó con la tensión que afrontó la organización en las horas previas a la disputa de la exhibición.

Los organizadores debieron sustituir íntegramente la superficie de césped, cuyo estado fue definido como “horrendo” por el diario El Mundo. El césped había perdido su verdor y se estaba secando, además de sufrir problemas inesperados con gusanos. Los organizadores emitieron a última hora del martes un comunicado para desmentir que se hubiese “planteado la suspensión” de la exhibición bajo techo.

Pero lo cierto es que, ante más de 7000 espectadores en el Palma Arena, Federer y Nadal tuvieron dificultades para impactar correctamente la pelota, que en muchas ocasiones no llegaba a picar sobre la superficie y quedaba “muerta”. Nadal tiene un balance favorable de siete triunfos contra sólo tres derrotas ante Federer, que jugó por primera vez en su vida en Mallorca, la tierra natal del español.

La idea del publicista argentino Pablo Del Campo tuvo un gran éxito en cuanto a difusión. Treinta y cuatro años después de la “batalla de los sexos” encarnada por Billie Jean King y Bobby Riggs, llegó el turno de la “batalla de las superficies”, que convocó a medios de todo el planeta en el Palma Arena, recientemente inaugurado para los mundiales de ciclismo en pista, y que será subsede del europeo de básquet en septiembre.

Más discutible fue el éxito del escenario en sí. Según El Mundo, los trabajos de sustitución del césped finalizaron en la madrugada de ayer, tras haber pedido auxilio al encargado de mantener el césped del estadio del club de fútbol Mallorca. También contribuyó el Club de Golf Maioris, que aportó unos 400 metros cuadrados de verde césped, y “el ‘greenkeaper’ del Pula Golf, quien por suerte trabajó durante muchos años en el Grand Slam británico”, detalló El Mundo.

Federer y Nadal por fin pudieron pisar ayer el escenario de la exhibición y, según testigos presenciales, el suizo no estaba demasiado conforme, ya que comentó que el sector de polvo de ladrillo estaba aun peor que el de césped. Tras el éxito de difusión de la “batalla de las superficies”, se espera que la exhibición adquiera periodicidad anual, y ya hay varias ciudades postuladas para albergarla, aunque Mallorca tiene una opción por dos años más.