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› TRAS ABURRIR LARGO RATO, RACING-ARSENAL SE ENCENDIO
Era horrible, hasta los goles
Tras un primer tiempo muy feo, los goles de Piersimone y Bastía, más la entrada de Sixto Peralta, mejoraron el partido. Fue justo.
Al principio fue un insoportable cero a cero, pero Racing y Arsenal terminaron ofreciendo anoche un emotivo 1-1 en Avellaneda. El Apertura pareció que daba otra muestra de esterilidad ofensiva, pero con los goles de Piersimone y Bastía, sucesivos, en la mitad del segundo tiempo, se encendió el partido que estaba tan apagado. El resultado no se modificó y, aunque Racing lo tuvo en la última y sutil jugada –toque de Milito al vacío a Estévez que picó en diagonal– el arquero Limia impidió el desnivel. Y está bien el empate. Ahora quedan los dos con cuatro puntos, punteros ocasionales e invictos en dos partidos.
Mucho público concurrió al Cilindro para ver al Racing de Ardiles y la presentación de Arsenal ante un grande. El ascendido empezó mejor y un disparo de Silvio González a los dos minutos exigió a Campagnuolo; Racing contestó a los ocho con un remate violento de Bastía afuera, un anticipo. Pero todo terminó ahí y el resto del primer tiempo fue sencillamente horrible: forcejeos lejos de los arcos.
El segundo tiempo siguió siendo aburrido, tedioso, como condenado al cero a cero. Las dos defensas parecían invulnerables, pero el ingreso de Sixto Peralta en la formación local ofreció una luz en las tinieblas. De repente, sin aviso, llegaron los goles, casi consecutivos: el de Piersimone, tocando muy solo frente a Campagnuolo tras habilitación involuntaria de Bastía, y el del mismo Bastía, con una volea de derecha notable por su violencia y precisión, desde afuera del área.
Esos goles trajeron más emoción y el juego fue otro, como si se hubiera transformado. Los dos tuvieron oportunidad para ganar (sobre todo Racing en el mano a mano que Limia le ganó a Estévez), pero el final fue justo.