San Lorenzo logró recuperarse de su mal comienzo en el Torneo Apertura, al vencer ayer por la tarde 1-0 a Chicago, en uno de los adelantos de la segunda fecha. Esta victoria le permite a San Lorenzo alcanzar sus primeros tres puntos en el campeonato, mientras que Chicago se mantiene con una unidad, obtenida en su empate ante Boca, el último domingo. El único gol del encuentro lo marcó el veterano –está por cumplir 36 años– Alberto Acosta, a los 12 minutos del segundo tiempo. Además, este triunfo significa el primero que el técnico del equipo de Boedo, Rubén Darío Insúa, consigue en el fútbol argentino. En su anterior paso como entrenador de Ferro, en 1999, Insúa se despidió luego de cinco partidos sin haber alcanzado los tres puntos.
El equipo local tuvo un buen comienzo pero lentamente se fue diluyendo, ya que le costaba llegar con cierto orden al arco de César Velázquez.
Sin embargo, a los 15 minutos de juego, San Lorenzo estuvo cerca de ponerse en ventaja: luego de un tiro libre de Carlos Cordone desde la izquierda, Herrón bajó la pelota con el pecho en el área y sacó un derechazo que Velázquez tapó con todo su cuerpo. Un minuto después, una gran jugada personal de Cordone, quien desbordó la marca de Aguirrez dentro del área, y ante la salida desesperada de Velázquez el delantero se la picó, pero con una gran reacción el arquero alcanzó a manotearla para que la pelota pegara en el travesaño.
A pesar de que San Lorenzo tenía el dominio del juego, no podía reflejar esa diferencia en la red. Leandro Romagnoli, el principal conductor de los locales, no lograba asociarse con Leonardo Di Lorenzo ni con sus delanteros, y así San Lorenzo sufría la falta de precisión.
En el inicio del segundo tiempo parecía que nada iba a cambiar, pero el ingresado José Chatruc peleó una pelota que parecía perdida sobre la derecha, sacó un centro para Acosta, y éste logró conectar de tijera para marcar el único tanto, anticipándose a Leandro Testa. Luego del gol, San Lorenzo continuó dominando el juego pero careció de profundidad para poder aumentar el resultado.
Cuando faltaban cuatro minutos para el final, el paraguayo Devaca bajó a Testa en el área, y le dio la posibilidad a Chicago de empatar el partido. Sin embargo, el juvenil volante Nahuel Fioretto tomó la responsabilidad de ejecutar el tiro penal, pero su remate se estrelló en el travesaño. A partir de ahí, la primera victoria de San Lorenzo ya no corrió peligro.