Por primera vez en su historia, iniciada casi un siglo atrás, en 1911, las 500 Millas de Indianápolis –una de las carreras de automóviles más clásicas y tradicionales del deporte– serán impulsadas por un combustible ecológico, que llenará los tanques de los 33 bólidos que largarán el domingo. Tres de esas máquinas serán conducidas por mujeres y una de ellas, Milka Duno, es la representante del presidente venezolano Hugo Chávez. Y aunque funcione con etanol, el auto de la venezolana radicada en Miami es patrocinado por una petrolera estadounidense que es propiedad del gobierno de Venezuela.

El combustible tradicional de Indianápolis era el metanol, un alcohol que no produce llama, pero que arde a mayor temperatura que la nafta. En la temporada 2006 se usó una mezcla de metanol con etanol, un combustible elaborado en base a productos renovables que provienen de la agricultura, como el maíz, a diferencia de la nafta tradicional que es un combustible fósil. Además, es mucho más limpio al quemarse.

“El etanol va en camino de ayudar a solventar parte de los problemas que enfrentamos con el medio ambiente y la intención es motivar al consumidor hacia el uso de los combustibles renovables”, afirmó Tony George, el presidente del Indianápolis Motor Speedway, el circuito de las 500 Millas, y de la Indy Racing League (IRL), la categoría que tiene a la famosa carrera como su joya más preciada.

Por eso, en el 2007, los motores Honda V6 de 3.5 litros y 700 HP que equipan a los autos de la IRL usan solamente etanol, el combustible que tanto critican el líder cubano Fidel Castro, por motivos humanitarios, y el presidente venezolano Chávez, por razones económicas. Es que si Estados Unidos deja de ser tan dependiente del combustible fósil, parte de su poder, afincado en el petróleo que le vende, podría evaporarse. Este año, la producción masiva de etanol en los Estados Unidos recibió un fuerte y público respaldo del mandatario George W. Bush.

Pero curiosamente, a pesar de sus críticas, Chávez tiene un representante muy particular en Indianápolis. Se llama Milka Duno, es una ingeniera naval de 35 años y se clasificó para largar esta 91ª edición de las 500 Millas en la 29ª posición, girando en el mítico óvalo a 352,737 km/h de promedio. Duno no será la única mujer que compita en la carrera, aunque sí la más inexperta: también lo harán las locales Danica Patrick (que estuvo muy cerca de ganar la edición 2005 y largará octava) y Sarah Fisher (que en 2004 probó un McLaren de Fórmula 1 y partirá desde el 21º lugar). Tan inexperta es que el viernes 14 se estrelló contra un paredón a 300 km/h. Salió ilesa pero el auto se destruyó.

Duno no compite solamente porque es bonita. A su auto, un Dallara-Honda, lo patrocina la Citgo, la compañía petrolera de los Estados Unidos que es propiedad del gobierno venezolano. No es casual que éste sea el momento en el que más pilotos de ese origen compiten en el automovilismo internacional: a la Duno (que terminó segunda este año en las 24 horas de Daytona) se le suman Pastor Maldonado, que corre en la GP2 con el auspicio de Pdvsa, y Ernesto Viso, que el año pasado fue tester del equipo Spyker de F-1 gracias a los petrodólares.

Durante un discurso televisivo que pronunció el martes, Chávez elogió a Duno, a la que calificó como la “octava estrella de la bandera nacional” y le deseó “toda la suerte del mundo allá en el Indianápolis”. Ella realizó un llamado telefónico, en medio de la transmisión, para agradecerle el apoyo: “Presidente Chávez, usted ha sido el único que ha creído en mí desde el principio y ahora estoy en Indianápolis”.

Las 500 Millas se disputan el domingo sobre 200 vueltas al trazado del Indianápolis Motor Speedway. El más veloz en las pruebas de clasificación fue el brasileño Helio Castroneves, que giró con su motor alimentado a etanol a 363,339 km/h de promedio.