Los clubes argentinos salen a buscar divisas. No cabe otra manera de describir estas expediciones de entresemana al exterior. Ya lo hizo el River campeón –que acaba de volver tras caer con pena y sin gloria en Honduras por un puñado de dólares– y ahora, con un poco más de relumbrón debido al rival y a la repercusión, pero con riesgo cierto de experimentar un resultado negativo, el mismo Boca puntero: juega el sábado a las 10.30 de la mañana (hora argentina) contra el Manchester United en el histórico estadio de Old Trafford en partido a beneficio de Unicef, el Fondo de Ayuda para la Infancia de las Naciones Unidas. Se transmite para todo el mundo.
Mostrarse y exponerse suelen ser las dos caras de este tipo de compromisos. Lo que sucede en este caso, es que Boca se llevará un cuarto de millón de dólares –cifra nada despreciable– por los noventa minutos ante los Diablos Rojos de Beckham y Verón. Además, dicen, los dirigentes intentarán aprovechar la estadía para concretar un par de transferencias: las ventas aún verdes de Schiavi y Bracamonte. Los niños y los negocios primero.
La delegación de Boca Juniors emprendió vuelo ayer por la tarde rumbo a Inglaterra, por compañía alemana vía Frankfurt. “Nos vamos tranquilos después de ganarle a Banfield y, al menos, por unos días estamos en la punta de la tabla”, dijo el entrenador boquense Oscar Tabárez antes de partir. El plantel practicó durante la mañana en el complejo de Casa Amarilla, y el único de los titulares que no viajó fue –como estaba previsto y convenido– el goleador Roberto “Pampa” Sosa, quien aún no está en condiciones físicas para jugar 90 minutos.
La delegación boquense embarcó a las 15.50 en el vuelo 527 de Lufthansa con destino inicial al aeropuerto de Frankfurt, y desde allí se trasladará a Londres, donde tiene previsto arribar hoy alrededor de las 14. “El partido ante el Manchester no es un objetivo en sí mismo, sino que se viaja para cumplir con un compromiso, ya que la mira de Boca está centrada en lograr el campeonato local”, afirmó Tabárez. E indicó luego, como para que no quedaran dudas del modo cómo se encarará el enfrentamiento: “Este partido sirve para ganar prestigio porque se juega ante uno de los mejores equipos del mundo. No conozco la cancha, pero será una experiencia interesante”, explicó el entrenador, quien consideró que el resultado ante el equipo de Alex Ferguson “siempre es importante, aunque no juguemos por ninguna tabla ni nada por el estilo”.
“Lo trascendental lo tenemos acá, en el campeonato local, pero este encuentro nos da mucho prestigio”, aseveró. Ojalá así sea.
La delegación de Boca quedó integrada por los jugadores Roberto Abbondanzieri, Hugo Ibarra, Nicolás Burdisso, Diego Crosa, Clemente Rodríguez, José María Calvo, Gustavo Pinto, Matías Donnet, Sebastián Battaglia, Raúl Cascini, Ezequiel González, Carlos Tévez, Marcelo Delgado, Raúl Estévez, Héctor Bracamonte, Wilfredo Caballero, Christian Giménez y Rolando Schiavi.
En otro orden de cosas, el atacante Guillermo Barros Schelotto comenzó ayer con los trabajos de fisio-kinesioterapia, al quitársele el yeso que tenía en el tobillo derecho por una rotura de ligamentos. Barros Schelotto fue operado el 5 de julio pasado y, de acuerdo a lo previsto por el cuerpo médico, en dos meses estará de nuevo en las canchas.