Salvo en tiempos en que el técnico de la selección nacional de fútbol era Marcelo Bielsa, pocas cuestiones vinculadas con los equipos nacionales eran menos entretenidas que las conferencias de prensa, fuesen éstas convocadas antes o después de un partido o simplemente a título informativo sin competencias inminentes.

La permanente desactivación de la estupidez de parte de Bielsa, con el agregado de cierto elegante ninguneo a los permanentes preguntadores de obviedades, le agregaba en idioma llano, que para algunos pseudoletrados parecía barroco, conceptos vinculados al juego o a la vida, que, aceptables o no, llevaban casi necesariamente a la reflexión.

Ahora, con una estética menos universitaria si se quiere, pero con la técnica desdramatizadora que el fútbol-juego necesita, Alfio Basile está llevando a retomar el interés por las ruedas ante periodistas, que sin embargo no parecen haber aprendido algunas lecciones. Por lo menos varios de ellos. Faltó solamente en la convocatoria de ayer, previa al partido con Brasil, que Román Iucht –Radio Continental, TyC Sports y La Nación– afirmara como lo hizo durante la semana que Messi “era un jugador de Playstation y que Marcelo Gatman –Rock&Pop y La Nación– aventurara como lo hizo en su blog del diario La Nación que Riquelme era un futbolista “previsible”. Basile se hubiera hecho una panzada.