La presumida renovación de la Selección Argentina no será tal, a criterio del entrenador Alfio Basile, a pesar de que el capitán Roberto Ayala confirmó ayer, en su presentación con su nuevo club, el Zaragoza, que ha decidido ponerle punto final a su campaña en el combinado nacional, después de 114 partidos. La de Ayala es la única expresión concreta de deseos de abandonar el equipo, porque la otra voz que se escuchó al respecto, la de Juan Sebastián Verón, el domingo, después del partido, no tuvo mayores ecos. En la conferencia de prensa que brindaron el lunes junto a Basile, Javier Zane-tti fue enfático en su deseo de aceptar cualquier convocatoria futura y Gabriel Heinze, otro de los supuestamente cuestionados por la opinión pública futbolera, ni siquiera aludió a la cuestión.

La primera pista de que las cosas no cambiarán mucho saldrá pronto a la luz, cuando el técnico formule la convocatoria para el próximo amistoso de la Selección, el 22 de agosto, en Oslo, ante Noruega.

Ayala dio a entender que se había preparado para un retiro cubierto de gloria, con el título de la Copa América; la decepción de haber perdido la final no alteró la determinación que había adoptado. “Yo tomé la decisión hace tiempo porque creo que un ciclo termina y con mi baja empieza otro en el equipo nacional”, dijo ayer en Zaragoza, confirmado la versión que había hecho circular en el vestuario.

El defensor aseguró que en su resolución “nada tuvo que ver” el resultado de la final, el partido en el que se lo hizo responsable del primer gol brasileño y en el que señaló en contra de su propio valla el segundo tanto. Ayala tiene 34 años, uno más que Zanetti y dos más que Hernán Crespo o Juan Verón, símbolos de una etapa de la Selección que arrancó, precisamente, tras la intempestiva renuncia de Basile ante la eliminación en el Mundial de Estados Unidos. Fueron jugadores que se consolidaron en la Selección con Daniel Passarella y fueron incondicionales del período de Marcelo Bielsa. Pero Basile es de los que consideran que la edad no es crucial para el rendimiento de un futbolista y tampoco cree que se pueda planificar con los futbolistas a largo plazo, teniendo en cuenta desde ya el Mundial del 2010.

A Basile no le gustó que Juan Verón hubiera hecho público el mismo domingo su voluntad de alejarse del equipo nacional, del cual estuvo alejado durante el período en que el entrenador era José Pekerman, quien ni siquiera lo tuvo en cuenta para el Mundial de Alemania, y al que volvió convocado por Basile y después del estupendo Apertura 2006 que jugó con el Estudiantes campeón. “Hoy estoy más en otra cosa que en seguir en la Selección –dijo el domingo–. Los jóvenes, los chicos que vienen desde abajo tienen que tener su oportunidad. Hay que darles apoyo y que no se caigan, porque ellos son el futuro de la Selección Argentina.” Más allá de la confirmación o no del deseo, es improbable que Basile lo convoque para el amistoso con Noruega, al que llevará jugadores del exterior, para ir conformando la convocatoria para las futuras Eliminatorias, que arrancan en octubre. La Argentina debuta contra Chile.

Fiel a su costumbre, el entrenador se tomará su tiempo para decidir. No está, ni mucho menos, convencido de que se haya cerrado un ciclo con la derrota ante Brasil. Mirará con tranquilidad los videos de la Copa América y repasará especialmente la final, el primer tiempo y el rendimiento de esos siete jugadores que, según admitió, pudo haber cambiado en el entretiempo. Pero no va a crucificar a ninguno. Se siente con el sólido respaldo de Julio Grondona, el mandamás de la AFA, y transmitirá ese mismo respaldo a los jugadores que se sientan inseguros.

No sería sorpresa, entonces, que para ese partido contra Noruega convoque a algún futbolista de los que son resistidos. Habrá que ver qué sucede, en ese caso, con Juan Román Riquelme, que hoy parece más cerca de seguir jugando en Boca que de volver a Europa. Pero más allá de lo que suceda con ese amistoso, Basile no cree que haya mejores futbolistas que los que convocó. “Tengo una lista de 40, de los que elegí a 22 para la Copa”, admitió la semana pasada. Su “renovación” pasará por ensayar con los jugadores con los que contó. “Acá está la base de los que van a jugar las Eliminatorias –dijo entonces–. Después, ya se verá quién llega al Mundial y quién se queda en el camino.”