El seleccionado argentino Sub-20 jugó en gran nivel y derrotó por 3-0 a Chile, que equivocó el camino, salió descontrolado, pegó sin descanso y, encima, protestó todas, terminando el partido con nueve hombres. Los chicos de Hugo Tocalli, apoyados en el buen trabajo del mediocampo y en los desbordes de sus delanteros, apostaron siempre al juego y consiguieron el pasaje a la final del Mundial de Canadá, donde volverán a enfrentarse con República Checa (0-0 en la primera fecha).

Los argentinos arrancaron mejor, más tranquilos y no tardaron en marcar diferencias ante un rival que salió dispuesto a pegar y nada más, y que a los 14 minutos ya tenía un jugador menos, Medel, expulsado por agresión. Argentina era más y se lo hacía notar a Chile. Primero avisó con un zurdazo de Di María que se fue apenas por arriba del ángulo izquierdo del arquero Toselli y, luego de una buena intervención de Romero ante un remate desde afuera de Medina, otra vez Di María, habilitado por Banega, calcó su jugada anterior, pateó al mismo lugar, pero esta vez la pelota se metió para el 1-0.

El gol de Di María, a los 11, cortó el record del arquero Toselli, que llevaba 491 minutos sin recibir goles y había superado en seis la marca histórica del brasileño Taffarel en Unión Soviética 1985. Y terminó también de crispar los nervios del conjunto chileno, que en desventaja profundizó sus errores y no hizo más que tratar de frenar a patadas los avances del equipo argentino. No le fue bien, porque se fue cargando de amarillas. Y encima, en la desesperación por atacar, fue dejando espacios libres atrás, que Argentina aprovechaba, aunque sin lograr definir.

Chile intentó quebrar el arco de Romero con remates de larga distancia, como el que metió Cortés apenas pasó la mitad de la cancha, luego de ver adelantado al arquero argentino: la pelota pasó muy cerca. El resto, hasta el descanso, fue todo de los chicos de Tocalli, apoyados en una buen labor de Banega y el despliegue de Di María, Moralez, Piatti y Agüero. Precisamente, Di María tuvo una inmejorable oportunidad para ampliar: el delantero de Central quedó mano a mano con Toselli y le tocó la pelota suave, por arriba del cuerpo, pero terminó limpiando Suárez, en la línea.

No cambió el desarrollo en el complementario. Argentina controlaba el partido, pero seguía fallando en los últimos metros y, cada tanto, probaba sorprender sin éxito a Toselli con remates de media distancia, con Banega como ejecutor. Chile seguía pegando, ya con permiso del árbitro alemán Wolfgang Stara, y casi no llegaba al arco argentino.

En el momento en que los de Tocalli comenzaban a levantar el pie del acelerador, apareció Moralez con un desborde y centro picante atrás, que Yacob conectó dentro del área con un remate sobre el palo izquierdo de Toselli para poner el partido 2-0.

En el tramo final, el arquero Romero tuvo un poco más de trabajo, pero resolvió siempre con seguridad. Chile no encontró paz en el partido y no aflojó el juego brusco, ni las protestas. Y terminó con nueve, por la expulsión de Currimilla.

Fueron varias las chances que tuvo la Argentina en el final. Las ultimas fueron de Agüero: en la primera falló su remate frente al arquero; la segunda fue de tiro libre, y terminó salvando Toselli. Pero, en tiempo de descuento, falló Agüero en un mano a mano y Moralez tomó el rebote en el área chica para marcar con la rodilla el tercero.