La Selección Argentina Sub-20 jugará hoy la final de un mundial, ante República Checa, en Canadá. Sin grandes luces, pero con una calidad individual superior a la de sus adversarios, el equipo de Hugo Tocalli es el gran favorito a quedarse con el título. Si lo obtiene, será el sexto Mundial de la categoría, el quinto en los últimos siete disputados.

El Mundial Sub-20 comenzaba mientras la Selección mayor ilusionaba con ganar la Copa América en Venezuela. Por eso la primera ronda casi que pasó en silencio. Y de esa forma, la Selección fue de menor a mayor, como el entusiasmo en su gente. El camino a la final arrancó con el mismo rival que esta tarde enfrentará en el choque decisivo. Aquella vez fue un pálido 0-0 que alertaba sobre una dosis peligrosa de individualismo en alguna de sus figuras. En su segunda presentación, Argentina protagonizó la máxima goleada del torneo, fue 6-0 contra Panamá y selló su clasificación. Y cerró su grupo venciendo 1-0 a Corea del Norte.

Lo mejor del equipo se iba a ver en las instancias definitivas. Creció cuando crecieron sus adversarios. En octavos le ganó 3-1 a Polonia, en cuartos derrotó en un partido muy duro 1-0 a México y en semifinales superó en un clásico caliente 3-0 a Chile.

Su adversario, República Checa, es un equipo duro, que apuesta primero a cuidar su arco y después a salir de contragolpe para buscar anotar. Viene de vencer en semifinales 2-0 a Austria. Previamente, fue capaz de aguantar el superior juego de España en cuartos y levantó un 0-2 frente a Japón en octavos. Ambas rondas las superó a través de los penales, en donde se lució su arquero Petr.

En cuanto al equipo, hoy no podrán estar algunas piezas clave en Argentina. Claudio Yacob y Matías Cahais llegaron al límite de amonestaciones y serán reemplazados por Matías Sánchez y Leonardo Sigali, respectivamente. Otro que se perdería la final es Angel Di Maria, quien salió lesionado en el partido ante Chile y, como no estaría en el máximo de sus posibilidades, sería reemplazado por Alejandro Cabral. A ellos se les suman las ausencias del delantero Mauro Zárate y del mediocampista Damián Escudero, que arrastran sendas lesiones.

A pesar de estas bajas, el equipo de Tocalli demostró, hasta esta instancia, estar un escalón por encima del rival de turno. Cuando el adversario fue débil, alcanzó con sólo algunos aportes de las figuras nacionales para superarlo. Cuando era vital ganar (ante Panamá) o cuando se midió ante selecciones de fuste (México o Chile), creció el rendimiento argentino y funcionaron las piezas en conjunto. Eso es seguramente lo que se intentará hoy, en la prueba final ante República Checa, un rival que, por la experiencia vivida, no facilitará el juego.

El equipo de Hugo Tocalli buscará retener el título y darle a la Argentina el sexto Mundial en esta categoría, logro que ya consiguió en Japón (1979), Qatar (1995), Malasia (1997), Argentina (2001) y Holanda (2005), con nombres como Maradona, Sorin, Riquelme, Saviola o Messi como figuras.