–2007 es un año discreto para usted. ¿Qué pasó?

–Empecé mal, tuve lesiones en la rodilla, luego en la espalda. Hasta Wimbledon estuve entrenando muy poco y con problemas físicos. A partir de ahí empecé a entrenar muy bien, a tratar de competir más, pero estaba muy falto de ritmo. Vengo mejorando, pero todavía me falta. Las lesiones me dejaron un poco al margen de este año.

–Cuartos de final en Barcelona fue lo mejor que hizo, ¿fue un año desperdiciado?

–Complicado.

–Se comprometió con Martín Jaite como entrenador, ¿qué cambió?

–Estamos trabajando bien. La verdad es que cambiaron cosas muy pequeñas y puntuales. No hay una gran diferencia. Son detalles.

–¿No lo perjudicó estar un año y medio sin nadie que lo condujera?

–Gané el Masters en Shanghai.

–Pero luego empeoró.

–Semifinales de Australia, semifinales de París...

–Sin embargo, ahora cambia.

–Hay momentos para una cosa y momentos para otra.

–¿Y por qué este momento es para un entrenador?

–Porque es para esto, por eso lo elijo.

–¿No puede dar una explicación más detallada?

–No.

–Jaite dijo que pretendía “ordenarlo”. ¿Siente que eso es así?

–Sí, estamos trabajando y estamos muy bien. Muy bien.

–También dijo que le sorprendió ver que era muy “profesional y sencillo”. A veces, entre coches de rally y saltos al vacío, no es esa la impresión que da.

–Eso no quita para nada que uno sea profesional. La idea que tiene la gente es la que tiene la gente. Yo soy como soy, hago lo que me gusta hacer y disfruto de las cosas.

–¿Eso le libera la cabeza?

–Sí, sí. A mí, por ejemplo, estar en mi casa con mis amigos, ir a pescar o andar en auto me saca del tenis. Es un cable a tierra. Si no, no lo haría.

–¿Piensa, cuando termine en el tenis, en dedicarse a los rallies?

–Lo voy a hacer. Algún día, a lo mejor lo hago. Puede que lo haga.

–Bajó en el ranking. ¿Quiere volver a estar pronto entre los primeros?

–El año que viene vamos a estar con todo, así que la idea es volver a estar dentro de los diez y lo más arriba posible.

–¿Sueña incluso con el uno, como cuando era más joven? O eso ahora es imposible.

–Hoy sí, pero bueno, vamos a trabajar para que el año que viene, si tengo un buen arranque, podamos ponernos metas cada vez más altas.

–Ya tiene 25 años, ha hecho grandes actuaciones en Grand Slam, pero aún le falta ganar uno. ¿Es algo que tiene clavado?

–Clavado no, pero es algo que me gustaría hacer. Hay que trabajar para eso y tratar de lograrlo.

–¿Con Federer y Nadal es imposible?

–No, se puede. Son jugadores que se salen de lo normal. Son fuera de serie. Pero no es imposible. Se puede.

–¿A cuál le gustaría más ganarle?

–A cualquiera. No tengo preferencia.