La vuelta de Juan Román Riquelme a Boca está cerca, muy cerca. Allegados al jugador se atreven a decir que el retorno se concretará entre el lunes y miércoles de la semana próxima, una vez que se destraben los nudos de la negociación que el volante sostiene con el Villarreal para lograr cobrar todo el dinero que se le adeuda. Distante con los tejes y manejes del asunto, el futbolista retomó ayer los entrenamientos en España. “No tengo nada que decir”, manifestó ante la prensa, antes de trotar solo en la ciudad deportiva del club de Castellón.

Son los números los que están trabando la respuesta inmediata de Riquelme sobre el arreglo al que arribaron Boca y Villarreal en el transcurso de la semana que termina. La quita que podría sufrir en sus ingresos por el tema de los impuestos, que antes eran absorbidos por el club español, y la parte de la operación que reclaman sus representantes serían los puntos en cuestión. No es una suma menor, ya que según estiman los medios españoles superaría largamente el millón de euros. Pero las partes institucionales se muestran optimistas respecto de una solución que deje conformes a todos, mientras tanto el jugador asumió sus compromisos con resignación y ayer se presentó a las órdenes del entrenador chileno Manuel Pellegrini.

En Boca, mientras tanto, se espera para el lunes el arribo de dos nuevos enviados del Villarreal, quienes serán los encargados de firmar la documentación correspondiente. Uno de los emisarios es el hijo del presidente del club, Fernando Roig. Si bien esto indicaría que la operación se concreta, el silencio de Riquelme no hace sino postergar unos días más su desenlace.

Sin embargo, desde España, el consejero del Villarreal, José Manuel Llaneza, quien estuvo a cargo de la operación en Buenos Aires, dio a entender que ya se habrían puesto de acuerdo el club y el jugador con respecto al pago de la deuda y lo que se resta abonar por el contrato del volante. “Hemos hablado con los representantes de Riquelme, que es con quienes tenemos que hablar. El tema está para arreglar, y creo que se arreglará. No hay muchas más cosas que decir”, comentó el dirigente, antes de admitir que, si bien no sabe si Riquelme arribará al país a comienzos de la semana entrante, el club enviará a sus emisarios.

Así las cosas, la posibilidad de que Boca cuente con Riquelme para la disputa del Mundial de Clubes, que se desarrollará a comienzos de diciembre en Japón, aparece ahora supeditada a una cuestión administrativa. Boca presentó una modificación en la lista de buena fe –el ingreso de Riquelme por el defensor Bruno Urribarri– y debe esperar la aprobación de la FIFA, que tiene un antecedente negativo. Días atrás, Pachuca, de México, otro de los equipos que disputará el torneo, presentó dos modificaciones y recibió un no por respuesta.