Con goles de Cellay, Nieto y Sánchez Prette, Huracán le ganó 3-0 a Racing, que terminó con ocho jugadores. El partido estuvo diez minutos suspendido por un escándalo que comenzó entre Estévez y un camillero de Huracán y terminó incluyendo a todos. A pesar de la victoria y la buena campaña, Ardiles dejaría de ser el entrenador de Huracán.

En la semana, Facundo Sava declaró con absoluta naturalidad que deseaba quedarse en Racing y luchar por mantener la categoría. Esas palabras tan crudas como reales empiezan a ser cotidianas en la vida de Racing. Justamente por esto, el choque ante Huracán resultaba vital para engrosar los promedios y no sufrir en el futuro.

Así pareció tomárselo el conjunto de Ardiles, que salió con todo y rápidamente se encontró con el gol. Racing, en cambio, mostró la misma apatía que ante Independiente y recién probó a Barovero a los 25 minutos con un derechazo de Bastía que despejó el arquero.

Huracán atacaba por izquierda con Nadal y Poggi, que doblegaban a Cabrera y llegaban sin oposición, hasta el fondo. Al minuto lo tuvo Franzoia, quien definió con un derechazo cruzado que casi termina metiendo Franco Sosa en contra. De ese tiro de esquina llegó frentazo fortísimo de Callay que no pudieron detener en la línea ni Navarro ni Romagnoli.

Con el correr de los minutos, el partido se fue calentando y eso favoreció a Huracán, que tenía la ventaja y estaba más cómodo. El nerviosismo de Racing se coronó con la expulsión de Claudio López, quien había jugado varios minutos con sangre en su rostro por un manotazo de Nadal y dejó la cancha por protestarle a Beligoy. Con el correr de los minutos, el partido se desvirtuó, enloqueció todo Racing tras la expulsión de Sosa y Huracán liquidó con goles sencillos de Nieto y Sánchez Prette un encuentro que se festeja hoy y que puede ser vital en el futuro.