Magdalena Aicega jugó su último partido con la Selección, y su despedida no podía ser mejor, ganando la medalla de bronce. “Me voy feliz, por este grupo, por la medalla y por todas las amigas que dejo. Antes de estos Juegos dije que al seleccionado llegué feliz y me quería ir igual, y por suerte lo logré.” La defensora es siempre la que dice las últimas palabras antes de cada partido, pero esta vez la emoción no se lo permitió del todo. “Fueron pocas palabras, lo único que pedí fue que lo disfrutemos, que eran los últimos 70 minutos, que así el resultado iba a venir solo”, contó Aicega.

“Antes del partido viví muchas emociones juntas, pero la emoción no te puede llevar a ganar un partido. Por suerte tuvimos el corazón caliente y la cabeza fría, por eso pudimos ganar”, señaló. Y agregó: “El hockey me dio todas alegrías, no puedo quejarme de nada. Quizá las tristezas pasan por cuando se da una lista y una amiga queda afuera, pero ésas son cosas que lamentablemente pasan”. Luego, Aicega señaló: “Nunca me caractericé por ser la mejor del equipo, lo mío siempre fue todo garra y esfuerzo, tal vez las defensores somos las menos habilidosas, pero creo que todas de alguna forma le brindaron al equipo lo mejor”. Para completar el final, Maradona la fue a ver, la saludó y hasta le pidió su camiseta. “Se la regalé al Diego, que me la pidió y no podía decirle que no. No tardé ni un segundo en sacármela”, terminó graficando Aicega.