Las 5600 plateas que se pusieron a la venta ayer para el clásico Argentina-Brasil se agotaron en menos de nueve horas en el estadio de Central y unas cuatro mil personas se quedaron sin conseguir su boleto, por lo cual muchos de ellos continuaron la espera hasta mañana en procura de conseguir una entrada popular. La policía dispuso un prolijo triple vallado en la medida que veía que la cantidad de compradores superaban holgadamente la mercadería a la venta e incrementó casi en el doble la cantidad de efectivos, ya que con el correr de las horas de los 120 agentes pasaron a 240. Las ubicaciones que se vendieron tienen valores de 100, 250 y 350 pesos. En la fila había unos 7 mil hinchas, y se vendieron hasta dos entradas por persona, con lo cual entre cuatro y cinco mil se quedaron sin su ticket. De las 11 mil plateas disponibles en el estadio de Central sólo se vendieron 5600, porque las 5400 restantes se destinaron a los sponsors de la Selección.