La angustiosa clasificación de la Selección al Mundial de Sudáfrica quedó atrás. El porvenir, con su urgencia de revancha pero también con su promesa de prosperidad, ha vuelto a encender la llama de la esperanza. Y ahí están parados ahora Diego Maradona y sus futbolistas, tan activos, concentrados y motivados a la vez, que pareciera que la pesadez con la que el equipo argentino atravesó el último tramo de las Eliminatorias sudamericanas se hubiera vuelto ligera alegría, puro entusiasmo frente a lo que será el primer partido amistoso que le presenta la recta final hacia Sudáfrica 2010.

En fútbol, se sabe, la estatura y jerarquía del rival, en este caso España, puede ser un factor fundamental y determinante para apuntalar las convicciones propias. Por eso, el partido de hoy no será uno más, como aquellos otros amistosos que, negocios de por medio, la Selección de Maradona debió afrontar durante su primer año de vida. No podría haber hoy una mejor medida que España para el equipo nacional.

En materia de clasificación mundialista, España ha sido de alguna manera su mejor contrapunto. El equipo que dirige Vicente Del Bosque se metió en la Copa del Mundo por la puerta grande, arrastrando incluso varios pergaminos. En 2008 ganó nada menos que la Eurocopa, venciendo en la final a Alemania, y terminó las Eliminatorias europeas invicta, con diez triunfos en diez partidos, con 28 goles a favor y sólo 5 en contra, una campaña que la convirtió, incluso a pesar de su opaca historia en los mundiales, en uno de los máximos candidatos al título del año próximo en Sudáfrica. Está segundo en el ranking FIFA, detrás de Brasil, pero cuatro puestos por delante de la Argentina (6ª).

También son notorias las diferencias entre los equipos. La Selección de Maradona es un equipo en formación, que para colmo atraviesa un momento de renovación y cambio de jugadores. Prueba de ello es la enorme lista de nombres que desfilaron desde que Maradona se hizo cargo del equipo; entre amistosos y partidos de Eliminatorias, fueron convocados unos ochenta jugadores, lo que produjo constantes cambios en la forma de jugar y encarar cada uno de sus compromisos.

En cambio, Del Bosque ha logrado afianzar un grupo compacto de jugadores, muchos de los cuales se conocen desde los seleccionados juveniles, y consolidado un equipo que se ha repetido con éxito y que gira en torno de figuras de la liga de su propio país como lo son el arquero Iker Casillas, Sergio Ramos, Xavi Alonso (Real Madrid); Charles Puyol, Xavi Hernández y Andrés Iniesta (Barcelona); David Villa (Valencia), Cesc Fabregas (Arsenal), entre otros. Ni siquiera la ausencia de Fernando Torres, por lesión, parece disminuir el poderío actual del conjunto español.

Pero así como a ambos equipos el presente los sitúa en los antípodas, por su historia y por la calidad de sus jugadores, la Selección Argentina consigue achicar las distancias y se convierte para los españoles en un rival que, sin dudas, está a la altura justa para medir sus aspiraciones. No por nada Del Bosque se ha encargado durante toda la previa de ponderar las virtudes del equipo de Maradona. “Vienen de una clasificación incómoda o difícil, pero ha salido reforzado y encara el Mundial como uno de los favoritos”, destacó ayer el entrenador español.

También para la Argentina el rival es ideal. España, con su auspicioso presente, se presenta como una inmejorable oportunidad para –ya sin la presión de jugar agobiado por las cuentas– comenzar a transitar, con un poderoso envión, el camino de la recuperación.