¿Hubo partidos arreglados en el Mundial? El presidente de la Federación Internacional de Vóleibol, el chino Wei Jizhong, afirmó hoy que “no descarta” sanciones para los equipos que especularon con los resultados en Italia.

“Entiendo las críticas y acepto que la fórmula de juego no es perfecta, por lo que el sistema puede ser mejorado buscando otro que evite este tipo de situaciones”, expresó Wei. El dirigente no descartó sanciones para quienes incurrieron en estas “maniobras”, aunque reconoció que es difícil probar si un equipo juega “a menos”.

El sistema de juego del Mundial –estructurado en tres rondas de grupos– permitió que varios seleccionados especularan con los resultados para evitar rivales de jerarquía. Hubo varios ejemplos de ello.

En la primera ronda, Serbia, que ayer eliminó a Rusia, subcampeón de la Liga Mundial, perdió 3-1 un sugestivo encuentro contra Canadá, que ya terminó el Mundial ubicada en el 20º puesto. Como “premio”, terminó segundo del Grupo H y accedió a una segunda fase más accesible que la del ganador de la zona, Polonia. Los polacos, dirigidos por Daniel Castellani, jugaron con buenas armas pero se cruzaron con Brasil y Bulgaria, que los sacaron del Mundial.

Las máximas figuras de Serbia, el armador Nikola Grbic y el opuesto Ivan Miljkovic, entraron a la cancha con el partido 0-2. Miljkovic tuvo una inédita ineficacia ofensiva: 21 por ciento.

En la segunda ronda, Rusia, con ventaja 2-0 frente a España, en forma abrupta sacó de la cancha a Dmitry Muserskiy, Taras Khtey (foto), Yury Berezkho y Maxim Mikhaylov y terminó derrotado 3-2. La derrota les permitió a los rusos evitar una zona con Cuba y Brasil, aunque los sudamericanos cometieron la misma picardía para eludir ese cruce.

“Sólo puedo decir que yo jamás juego para perder, y que nunca lo haré ni en un Mundial ni en un Juego Olímpico”, dijo el argentino Julio Velasco, entrenador de España, al cabo del sospechoso duelo.

“Hay que ajustarse a la fórmula de juego elegida para el bien del equipo”, justificó el italiano Daniele Bagnoli, técnico de Rusia.

La picardía les salió mal a los rusos y si bien cayeron en la zona que pretendían (con Serbia y Argentina), los balcánicos los despacharon ayer del Mundial, transformándose en los primeros semifinalistas de la copa del Mundo.

El partido que lideró las sospechas fue el que protagonizaron Brasil (0)-Bulgaria (3), por el Grupo N de la segunda fase. El perdedor del partido evitaba a Cuba en la tercera ronda y en ese afán hubo maniobras por demás sugestivas.

Bulgaria cuidó a su figura, Matey Kaziyski, y jugó con su segundo armador y su líbero alternativo. Brasil, con menos escrúpulos, improvisó a Theo, opuesto suplente, como armador. Con esfuerzo, los brasileños consiguieron la derrota.

“Brasil, un equipo invencible, tiene miedo de jugar con una islita como Cuba”, lanzó, provocador, el búlgaro Vladimir Nikolov en la rueda de prensa posterior al partido. Giba, la gran figura de Brasil, consideró que ese partido fue “una mancha” en su carrera.

La contracara fue el seleccionado argentino, que cerró la segunda fase contra Japón con la certeza de que una derrota lo empujaba a una zona más accesible que la que finalmente afrontó (Italia y Estados Unidos en lugar de Serbia y Rusia). Argentina ganó 3-1.