El cielo gris y las recurrentes lluvias del mediodía fueron una premonición de lo que sucedería en cuartos de final con los jugadores argentinos. Todo hacía suponer que David Nalbandian (número 20 del ranking mundial) podía llegar a meterse en las semifinales del ATP de Buenos Aires, debido al buen nivel había mostrado y al peso de la localía. Sin embargo, la ilusión del cordobés chocó contra el tenis de alto vuelo del español Tommy Robredo, quien lo despachó por un doble 6-4 en 1 hora y 29 minutos de juego. A la hora de realizar un balance de su participación en el certamen, el mejor tenista argentino no ocultó su desazón: “Me quedé con ganas de seguir, porque venía jugando un gran tenis. Sentí que hoy podría haber dado un poco más”. Por su parte, José Acasuso perdió 7-5 y 6-3 ante Nicolás Almagro, 13º del mundo y primer preclasificado del certamen, mientras que Juan Mónaco (30) cayó con Stanislas Wawrinka (15), por 7-5 y 6-3.

Luego de dos horas de espera, Nalbandian arrancó su encuentro como claro protagonista. Y pese a su baja efectividad del 63 por ciento con el primer saque, el tenista de Unquillo mantenía su servicio sin inconvenientes. Del otro lado, Robredo tampoco cedía, pero mostraba algunas dudas, generadas a partir de la capacidad del cordobés para moverlo de un lado a otro. En el noveno game, el argentino tuvo su Waterloo: tiró dos derechas a la red y erró un smash. Esos errores no forzados le abrieron la puerta al español, quien ejecutó una devolución con top pegada al fleje y logró quebrar, para luego adjudicarse el primer set.

Para tratar de cambiar la ecuación, el cordobés varió las alturas en el segundo parcial y quebró rápidamente. No obstante, abusó de los drop shots y no consiguió sorprender a un rival sumamente enfocado. Para colmo de males, Robredo tomó nota de un dolor que Nalbandian padecía en la pelvis y aprovechó para desplazarlo. Así, el español recuperó la desventaja y volvió a quebrar en el noveno game. El final fue cerrado, pero el aliento del público no alcanzó para modificar la ecuación. “Tommy jugó un gran partido y yo no estuve muy preciso a la hora de atacar. El pudo concretar las pocas chances que tuvo e hizo la diferencia”, analizó el argentino, quien puso en duda su participación en el ATP 500 de Acapulco.

En sintonía con la desazón de Nalbandian, Mónaco se lamentó por no haber podido llegar a semifinales: “En juego lo había sobrepasado y conté con demasiadas chances, pero tuve mucha mala suerte. El arriesgó y le pegó a las líneas. Si yo ganaba el primer set, podría haberme quedado con el partido”. En contraposición a sus compatriotas, Acasuso realizó un balance positivo de su participación en el torneo. “Estoy caliente por haber perdido, pero creo que hice una buena semana. Volví a jugar un ATP, algo que no me sucedía hace más de un año. Me sentí bien físicamente, así que espero que éste sea el puntapié inicial”, se esperanzó el misionero, discretamente contento por haber jugado de igual a igual frente al primer preclasificado.

Informe: A. P.