–¿Viajar a la altura de Quito confiados en el resultado del encuentro de ida puede ser perjudicial para Vélez?

–El triunfo en casa quedó corto, no tanto por los goles que hicimos, sino especialmente por los goles que no convertimos. Deberíamos haber anotado un par más por la superioridad que mostramos frente a un rival de categoría. La serie está muy abierta, no podemos dar por finalizado algo que entendemos perfectamente que se puede dar vuelta. Liga es un plantel que está acostumbrado a sacar resultados abultados en su estadio y maneja muy bien la presión que genera en los visitantes el tema de la altura. Por eso, más allá de que vamos con una ventaja importante, no hay que dar la clasificación por definida.

–Las lesiones de Silva y Zapata, dos piezas claves, ¿debilitan el andamiaje del equipo en un partido de esta trascendencia?

–Las bajas que tuvimos esta última semana son muy sensibles. El poderío ofensivo de Silva siempre ayuda a sacar adelante un partido que viene complicado. Por ejemplo, con el peso específico que tienen los goles de visitante, frente a Liga se va a notar su ausencia. En cuanto a Zapata, es un futbolista que nos da equilibrio y su experiencia permite al mediocampo manejar la pelota con tranquilidad. Aun así, Vélez tiene recambio y los jugadores que entran para reemplazar no desentonan con el resto del equipo. Por eso peleamos en los dos frentes.

–¿Qué ocurrió en el último tiempo para que ahora usted sea fundamental con su cuota goleadora?

–El plantel que sale a la cancha necesita que los volantes lleguen al arco rival. No se puede especular con que sólo conviertan los delanteros. Y con mucha más libertad para aproximarme al área de enfrente, los goles están llegando. Es extraño que se den todos seguidos, porque convertí dos en el partido de ida y además el fin de semana otro frente a Estudiantes. Espero que pueda seguir así para ayudar al equipo a pasar de ronda. Si continúo con este ritmo goleador puedo reemplazar a Silva sin problemas...

Producción: M. Q.