DEPORTES
• SUBNOTA
El espacio y el fútbol
–¿Le gusta el fútbol de ascenso?
–El fútbol de ascenso tiene una cosa muy interesante, que es que todo está más humanizado, y eso es determinante. En las canchas, el jugador está muy cerca y la gente le grita de todo, y ellos escuchan. Un amigo, que es de Arsenal, se entretenía muchísimo buscando anécdotas de algún rival. Se obsesionaba durante dos o tres días y obtenía datos y cuando empezaba el partido le gritaba y lo psicotizaba. Y ahí lo interesante, que no se ve en el Fútbol de Primera, es que los jugadores reaccionan y contestan.
–¿Entra en el juego la cuestión de la distancia, del espacio?
–Eso es un punto clave, que permite entender, algo que también es muy teatral, como el juego queda condicionado por el espacio. Por ejemplo, la diferencia del juego entre River y Boca, son distintos y tiene que ser así porque juegan en espacios distintos. La cancha de River es un espacio muchísimo más amplio y la relación del espectáculo con el juego tiende a ser mucho más elástica; en cambio en La Bombonera estás encima del partido y se entiende un juego mucho más trabado, más duro.
–¿Con esta hipótesis se acaba la idea de una división ideológica, también de gusto, con respecto a la forma de jugar que tienen estos equipos?
–No sé si los subordina de manera directa, por supuesto que después se ha construido, por una necesidad externa al juego, una mitología referida al juego de Boca y al de River. Pero digo que no se puede ni ver ni jugar de la misma manera en la cancha de Boca y en la cancha de River y que las relaciones del espacio parecen propender, en el caso de Boca, a una situación mucho más vinculada a la intensidad y, en el caso de River, una idea de lo extendido. Pero por una naturaleza de lo espacial, ¿no?
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