Con la conquista de la Copa Sudamericana, Lanús se dio el gusto de lograr el tercer título de su historia y el segundo a nivel internacional, luego de la Copa Conmebol 1996 y el Apertura 2007.

El entonces equipo de Héctor Cúper arrancó su camino en los octavos de final de la Conmebol 1996 con una derrota 1-0 en la altura de La Paz ante Bolívar, al que luego goleó 4-1 en casa. En la siguiente instancia dejó en el camino a Guaraní, de Paraguay, al superarlo en los dos partidos: 2-0 en Asunción y 6-2 como local.

Ya en las semifinales, el rival fue Central, el último campeón. Y allí tampoco dejó dudas, al imponerse 3-0 en su estadio y vencer 3-1 en Arroyito. Gracias a esas victorias se ganó el derecho de enfrentarse a Independiente Santa Fe, de Bogotá, que llegaba a esa instancia tras eliminar a Vasco da Gama. El 2-0 como local con goles de Oscar Mena, el goleador granate en el certamen, con cinco tantos, y de Ariel Ibagaza le dio tranquilidad para la revancha en Colombia, donde le alcanzó a pesar de la caída 1-0.

La segunda gran alegría de Lanús se dio en 2007, cuando de la mano de Ramón Cabrero obtuvo su único título a nivel local en la Primera División. Luego de empatar 1-1 con Boca en la Bombonera con un gol de José Sand y tras el empate del subcampeón Tigre con Argentinos, el conjunto granate se adjudicó el Apertura 2007, con una campaña de once victorias, cinco empates y tres derrotas, para sumar 38 puntos. Además del título, fue el equipo más goleador con 34 conquistas, 15 de ellas gracias a Sand, segundo en la tabla de goleadores detrás de Germán Denis.

A esos dos logros, de la mano de los mellizos Barros Schelotto en su primera experiencia como entrenadores, Lanús sumó ayer su tercera estrella, una marca imborrable para una institución que no para de crecer y que a partir de un modelo dirigencial claro sigue con una evolución que no se detiene. Y que la próxima semana podrá sumar un nuevo logro si se le dan los resultados en el torneo Inicial 2013.