Es catalán e hincha del Barça pero vive en Madrid, porque allí dirige Dorna Sports, la empresa promotora del Mundial de motociclismo. Conoce a Bernie Ecclestone desde hace casi 50 años, y al zar inglés de la F-1 le compró Dorna en 1992 los derechos del mundial. Carmelo Ezpeleta es considerado “el Ecclestone de las motos” y nadie tiene más poder que él aquí en el autódromo de Termas. Su oficina domina la última curva del circuito y la música de los motores de la Moto3 ambienta la entrevista con Página/12.

–¿Cuál es su primer balance de este Grand Prix de retorno?

–La pista está francamente bien, el interés del público es notable, por supuesto que hay que resolver cuestiones de puesta a punto en un acontecimiento como éste, pero no es nada que nos sorprenda. En los últimos años hemos ido a nuevos lugares como Aragón, Qatar, el año pasado fuimos a Austin (Texas), y en todas esas nuevas plazas ha habido más o menos dificultades. Es lo normal. Hay que hacer cosas pero los estándares que hemos encontrado aquí son los adecuados.

–El contrato con los organizadores argentinos es por tres años. ¿Se cumplirá sin dificultades?

–Sin ningún problema. Por supuesto que nos gustará quedarnos más tiempo si se producen los resultados adecuados, desde ya. Es una carrera en un país que conocemos, en el que ya estuvimos, y sabemos que hay mucho conocimiento de este deporte en la Argentina, que las motos están en el ADN del aficionado de este país.

–El regreso estaba previsto para 2013, pero no se concretó por las objeciones de la empresa Repsol, tras la nacionalización de YPF...

–Sí, pero le aseguro que ha sido para mejor, porque nos ha dado más tiempo para prepararlo todo.

–¿Cómo es su relación con el gobierno argentino, que ha hecho mucho para recuperar el Grand Prix?

–Extraordinaria.

–El año que viene hay elecciones nacionales y seguramente deberá negociar con otro gobierno la continuidad del contrato más allá de 2016. ¿Ve esa situación como una dificultad?

–Nosotros hacemos carreras en muchos países en los cuales regularmente hay elecciones. No es una situación que desconozcamos, aunque no entramos en especulaciones de tipo político. Estamos para hacer carreras en cualquier lado, mientras la pista sea adecuada y segura y la organización sea la correcta. La experiencia nos enseña que no hay ningún problema que no pueda solucionarse.

–¿El mundial es saludable en términos económicos?

–La crisis mundial nos obliga a implementar medidas para asegurarlo. La reducción de costos prevista va a favor del espectáculo. Espero que en 2016 las máquinas sean más accesibles.

–¿Supone eso una posibilidad de aumentar la grilla del MotoGP, que hoy sólo cuenta con 23 participantes?

–De ninguna manera. Uno de los componentes básicos del éxito del MotoGP debe ser la exclusividad. Allí deben llegar los pilotos más capacitados. Y veintidós es el número ideal.

–Sebastián Porto es el único argentino compitiendo en este Grand Prix, concretando un retorno después de casi ocho años. ¿Cuán importante considera la presencia de pilotos locales en el futuro de esta carrera, para sostenerla?

–¡Sería vital! Es nuestro empeño poder abrir el camino no sólo a los pilotos argentinos sino a los sudamericanos. En MotoGP ya está corriendo el colombiano Yonny Hernández, y el entusiasmo que existe en la Argentina por el motociclismo debería canalizarse a esa promoción de pilotos. Nosotros haremos lo que esté a nuestro alcance por facilitarlo.