Wimbledon arrancó entre medidas de seguridad reforzadas en respuesta al atentado de Túnez. Las autoridades estiman que murieron 30 británicos en este atentado, una cifra por confirmar que supondría la peor matanza de británicos desde los atentados de Londres de 2005, con 52 muertos. “La seguridad en la cita de este año será proporcional al nivel de amenaza”, dijo Stuart Macleod, comandante de policía del sudoeste de Londres.