A partir del bajo nivel que mostró el seleccionado chileno de fútbol en la derrota ante Ecuador, el último domingo, el ánimo de sus seguidores no es el mejor, teniendo en cuenta que el rival de esta noche es nada menos que la Argentina. En ese marco, por las calles de Santiago es muy difícil encontrar un chileno que tenga confianza en su Selección para el encuentro de hoy. En las últimas 48 horas apenas se vendieron unas tres mil entradas, aunque los organizadores esperan que el Estadio Nacional pueda estar completo. Ese es el panorama que rodea al conjunto local, que buscará un triunfo para acercarse un poco más al Mundial de Alemania.
El juego desplegado por el equipo de José Pekerman ante Uruguay, más la histórica supremacía que tienen los argentinos sobre la Selección chilena, son los argumentos principales que esgrimen los chilenos en cada rincón de la ciudad. Al mismo tiempo, la prensa local sigue solicitando que el entrenador Juvenal Olmos presente un esquema más ofensivo, debido a que un resultado adverso podría significar el alejamiento de su cargo. Por ello, el nombre de Miguel Angel Russo comenzó a escucharse como futuro reemplazante.
Por otro lado, los hinchas argentinos que concurrirán a la cancha serán aproximadamente unos 1100, mientras que el número de policías para el evento ascenderá a 1500. El partido, por la décima fecha de las Eliminatorias, fue caratulado de “alto riesgo” y los simpatizantes visitantes tendrán custodia permanente desde antes de su llegada al estadio. Las autoridades chilenas explicaron que la calificación en la que se enmarcó el partido “solamente se debe a que habrá una gran cantidad de afición, pero no afectó el hecho que el rival sea Argentina”.
Los dirigentes de la Federación Chilena de Fútbol esperaban anoche agotar las ocho mil entradas remanentes, de las más de 62 mil que se pusieron a la venta. Además, habrá protección especial para la prensa argentina, luego de que en la eliminatoria anterior algunos periodistas gráficos recibieron agresiones con objetos arrojados desde una de las tribunas populares del estadio.
El plantel argentino reservó un salón en el subsuelo del Sheraton Hotel de Santiago para cenar ayer con más privacidad. El equipo partirá recién dos horas antes del encuentro, con fuerte custodia, hacia el estadio.