En el marco de un clima enrarecido por conflictos entre jugadores y dirigentes de Boca, Juan Román Riquelme se negó a viajar a Ecuador. La excusa fue que teme por la seguridad de su familia y se encuentra afectado anímicamente luego de conocer detalles, por intermedio de declaraciones del periodista Adrián Paenza, del secuestro de su hermano Christian, ocurrido el 4 de abril pasado en Don Torcuato. “Me planteó que estaba muy preocupado por la situación de su familia, que estaba muy nerviosa, y él había decidido quedarse para apoyarla”, explicó ayer el técnico Oscar Tabárez, que de inmediato aclaró: “Nos imaginábamos este partido con él, pero me dijo que era una decisión tomada”. Fue el propio Tabárez el que informó a los dirigentes sobre la decisión de Riquelme. La versión oficial, dada a conocer por el vicepresidente del club Pedro Pompilio, quien intentó convencer al volante para que viaje, agrega que Riquelme “fundamenta su decisión en las revelaciones efectuadas por un programa de TV, que se suman a otras emitidas en diversos medios con anterioridad, todas relacionadas con el lamentable episodio que le tocó vivir”.