Todos los jugadores que participen en el Mundial serán sometidos a exámenes cardiológicos y eventualmente a pruebas antidoping sorpresivas, antes y durante el torneo, anunció la FIFA. Sus médicos, con formación específica, realizarán los controles inopinados en las concentraciones de los diferentes seleccionados, así como tras los encuentros amistosos de preparación previos, entre mayo y junio. Aparte del examen tradicional, todos los futbolistas pasarán un exhaustivo examen cardiovascular, que incluye un electrocardiograma y una ecografía del corazón, para evitar dramas como el de la muerte del camerunés Marc-Vivien Foé, quien falleció a causa de una crisis cardíaca súbita en el encuentro Camerún-Colombia, en Lyon, durante la Copa de las Confederaciones 2003.