DEPORTES • SUBNOTA
ARGENTINA
Abbondanzieri: Respondió muy por encima de lo que en general se pronosticaba. No se le puede adjudicar ninguna responsabilidad en los dos goles que le hicieron a la Argentina y tuvo pocas, pero muy acertadas intervenciones en cada uno de los cuatro partidos jugados hasta ahora. Tendrá trabajo extra, pero está muy bien y da seguridad a todos.
Burdisso y Cía: Ninguno de los que jugaron como laterales por la derecha dio garantías de solidez. Burdisso fue regular, Coloccini anduvo mal y estuvo al borde de cometer un penal y Scaloni no cumplió en ninguna de las facetas. Si Burdisso está en condiciones ideales jugará. La alternativa es Cufré, quien se desempeñó como lateral por el otro lado (y lo hizo bastante bien) contra Holanda.
Ayala: En un nivel muy alto en todos los partidos. Ganó de arriba, de abajo, anticipó y cruzó con justeza sobre cualquiera de los dos laterales. Ofensivamente aportó un gol que no le cobraron en el partido contra Costa de Marfil. Tiene una enorme experiencia internacional y lo hace notar.
Heinze: Irregular. La última imagen que queda de él es la del partido contra México, el peor de los tres que jugó. Por seguir a la pelota perdió la marca de Márquez y cometió algunos errores casi infantiles. Pegó mucho y pudo ganarse la roja, pero el árbitro le perdonó la vida.
Sorin: Muy bien contra Costa de Marfil, muy bien contra Serbia y mal contra México, como la mayoría. Está jugando como lateral y no abusa de las incursiones ofensivas que, en otros tiempos lo hacían aparecer como centrodelantero o wing derecho. Le gustan esta clase de partidos.
L. González: Una incógnita. Jugó poco. Un ratito en el primer partido (no anduvo bien, perdió muchas pelotas fáciles) y otro ratito en el segundo. Potencialmente es un jugador de grandes condiciones que puede mejorar el rendimiento del equipo oxigenando la salida y colaborando con Riquelme.
Mascherano: Se agranda en las más bravas. Si el equipo tiene que ir a jugársela ahí está él como respaldo delante de la línea de cuatro, tal como ocurrió en el alargue del partido contra los mexicanos. Tiene presencia, mete y aunque no hace aportes sustanciales en ataque sabe desprenderse bien de la pelota para dársela a los que más saben. Como a Sorin le gustan las paradas difíciles.
M. Rodríguez: Uno de los más regulares. Se las arregla para responder muy bien sobre cualquiera de los dos carriles y hace un descomunal esfuerzo para ofrecerse como salida, tapar a los contrarios que aparecen por su lado y resolver en posiciones ofensivas. Tiene tres goles, uno de ellos de zurda, contra México. Debería animarse a patear más de media distancia.
Riquelme: El eje de la mayoría de las polémicas, aunque en Alemania lo respetan más que muchos en la Argentina y se preguntan cómo hacer para frenarlo. Jugó en distintas posiciones (estático en la izquierda, libre en tres cuartos de cancha, libre más atrasado) y en todos los casos mostró parte de su talento. Aporta con sólo pegarle a la pelota en los corners y en los tiros libres, pero se espera más de él. También de sus compañeros para que él no se haga previsible. Puede ser su gran partido. La Selección lo necesita.
Saviola: Factor clave de la clasificación a la segunda fase. Bien en el primer partido, excelente en el segundo. Bajó un poco el rendimiento ante los mexicanos, pero tiene todo para romperla con los alemanes. Sus entradas en diagonal pueden ser un problema de resolución muy difícil para los pesados centrales germanos. Hay que ponerle muchas fichas.
Crespo: Lo de siempre. Entrega, voluntad, mucha fuerza en el juego aéreo y oportunismo para estar en el lugar indicado cuando más se lo necesita. Tevez parece estar un par de escalones más arriba. Sin embargo, Pekerman sigue confiando en su capacidad goleadora y reserva a Tevez (también a Messi) para el segundo tiempo.
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ALEMANIA
Lehmann. Arrancó el certamen con mucha presión por la presencia de Kahn como suplente, pero no tuvo inconvenientes, salvo en el primer encuentro, cuando se dobló el tobillo en el arranque del juego ante Costa Rica. Muchos reflejos, buen juego aéreo y seguridad a sus defensores. Sólo le convirtieron goles en el primer partido. Fue el que le atajó el penal a Riquelme en la semifinal de la Champions League.
Friedrich. Mostró muchos inconvenientes en el primer partido, quedando enganchado en los dos goles de Costa Rica cuando sus compañeros se adelantaban para provocar el fuera de juego. De los dos laterales es el que menos sube, ya que no tiene demasiado manejo. Uno de los puntos a aprovechar.
Mertesacker. El juvenil de 1,97 m se convirtió en uno de los preferidos de Klinsmann. Garantiza un buen juego aéreo (hasta ahora sólo en el área propia), pero parece vulnerable con la pelota por abajo. Por su altura, le cuesta cuando tiene que cerrar a los costados. No se complica con la pelota.
Metzelder. Es el líder de la defensa y la voz de mando. También tiene excelente capacidad para cabecear en su propia área (1,96 m). Como su compañero de zaga, le va bien con espacios reducidos. En cancha abierta, ante delanteros con pelota dominada, no exhibió la velocidad necesaria.
Lahm. Demostró que es uno de los jugadores de mejor rendimiento a lo largo del certamen. Pasa al ataque con muchísima decisión y maneja los dos perfiles, tanto para enganchar hacia adentro y patear de derecha (gol a Costa Rica) como para encarar hacia fuera y sacar el centro de zurda. De tanto que va, su espalda queda muchas veces desprotegida.
Schneider. Un volante derecho muy completo, con buena técnica para manejar la pelota, dinámica para pasar muy rápido de posiciones de ataque a defensa y viceversa, y capacidad de recuperación de la pelota. Tiene una muy buena pegada desde lejos, aunque suele pasar muchos momentos inadvertido.
Frings. Según Menotti, es un volante central brasileño. Se mostró como el jugador más trabajador de la mitad de la cancha y generalmente es el encargado de tomar al armador rival. No pasa con asiduidad al ataque, pero demostró que tiene una muy buena pegada desde lejos. Así le convirtió un gol a Costa Rica.
Schweinsteiger. La dinámica y el desequilibrio por la banda son las dos virtudes más importantes que exhibió en el campeonato. Antes del torneo no era fijo para Klinsmann, pero con el correr de los partidos se fue afirmando y ahora es insustituible. Como el resto de los mediocampistas, probó desde media distancia cuando tuvo la chance.
Ballack. Se perdió el debut y su seleccionado lo sintió. Después dejó en claro que es el alma del equipo. Ataca, defiende, es importante en el juego aéreo y sobre sus espaldas descansa la presión de todo el equipo. Confió mucho en su pegada desde lejos, pero no tuvo eficacia. Su mejor jugada fue una asistencia a Klose en el segundo gol a Ecuador.
Podolski. Delantero rápido y oportunista, le costó encajar en el esquema en los primeros partidos, pero luego se incorporó hasta convertirse en un jugador fundamental. Metió tres goles en los últimos dos juegos y se ganó la confianza de los hinchas, que hasta ese momento dudaban de sus posibilidades.
Klose. Se convirtió en la carta de gol más importante del equipo, con más movilidad y ductilidad que lo que había mostrado en el Mundial anterior. Lleva convertidos cuatro y es, hasta el momento, el goleador del Mundial. Está en racha, a pesar de que todavía no consiguió imponerse con su mayor virtud: el juego aéreo. Se entiende a la perfección con Podolski para aprovechar los espacios libres.
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