El titular del sindicato de árbitros, Guillermo Marconi, quien convenció a Giménez para que denunciara a Muñoz, negó que el dirigente hubiera amenazado de muerte al referí. “Hablé con Giménez y le dije que si no tenía garantías no reanudara el juego, suspendiera el partido y radicara la denuncia correspondiente”, expresó Marconi. De sus declaraciones se desprende que Giménez decidió la suspensión después de haber consultado con el titular del gremio. “Nunca dijimos que hayan amenazado de muerte al juez sino que le dijeron que lo iban a cagar a trompadas”, confirmando el relato del abogado del Coprosede.

“Las declaraciones de las dos partes ya se conocen y será la Justicia la que determine quién tiene razón”, insistió Marconi. “Falta definir si se hará por intermedio de la Justicia contravencional o penal”, agregó, descartando que Giménez deje el referato.

“Cuando el árbitro decidió suspender el partido, le dimos todas las garantías, pero él dijo que no seguía”, relató ayer Mario Gallina, titular del Coprosede. “Como máxima autoridad, el árbitro puede dar por terminado un partido cuando lo crea conveniente”, explicó el funcionario.

“En este caso, Giménez se valió de lo que dice el reglamento general de AFA y resolvió no seguir. Seguramente consideró que las garantías policiales no eran las suficientes y quien lo había insultado era nada menos que el presidente de Gimnasia, por lo que resolvió que así no se podía jugar. Fue una decisión personal”, puntualizó. “Ahora tendrá que responderle a la AFA por qué y cuáles fueron los motivos.”

El funcionario explicó además que podría aplicarse la Ley 24.192 que “contempla penas para quien interrumpa un partido. Acá el que interrumpió el partido fue el presidente de Gimnasia”. El funcionario aclaró que la aplicación de dicha ley podría impedirle a Muñoz la concurrencia a los partidos. “Que un dirigente ingrese a un vestuario me parece un hecho aberrante, que es más del Tribunal de Disciplina de la AFA que otra cosa”, afirmó Gallina, para quien “el presidente Muñoz podría ser separado de su cargo, y a Gimnasia le puede caer una pena. Al estadio, no”.