“No quiero ser el pato de la boda”, afirmó el presidente de Gimnasia, Juan José Muñoz, que dijo que tampoco va a ser “el árbol caído del que van sacar leña”, al referirse a lo que considera “una serie se irregularidades que existen en el fútbol argentino”. El dirigente salió también al cruce de las declaraciones del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, quien consideró que “adoptó una actitud patoteril”, y le recomendó al mandatario provincial que “escuche a (Juan Carlos) Blumberg en sus reclamos de seguridad y en su lucha que lleva adelante”.

Muñoz sugirió la existencia de maniobras políticas en su contra: “Acá hay algunos sectores que quieren sacar una ventaja porque yo lo escuché a (Guillermo) Marconi decir que algunos políticos quisieron cambiarle los dichos al árbitro y atacarme”. El dirigente responsabilizó de ello al titular del Coprosede, Mario Gallina, quien “seguramente habrá recibido órdenes superiores, porque después apareció el gobernador involucrándose en declaraciones sobre fútbol”.

El dirigente agregó: “Pedí disculpas por mi error y lo hice públicamente. No quiero ser la solución a todos los problemas por los que atraviesa el fútbol. Si acá se habla de violencia, se tiene que hablar de los que van a la cancha borrachos, de los que se drogan, los árbitros que se equivocan y están al borde de la duda y reciben o no un beneficio por ello; yo no quiero pagar por ello”, aseguró el dirigente.

“Soy un hombre digno y no me voy a escapar de mis responsabilidades, pero acá tiene que haber una autocrítica general en el mundo del fútbol.” Muñoz reiteró que pidió licencia para que “mis pares no tengan que verme la cara cuando tengan que tomar una resolución; que me llamen cuando me corresponda hacer un descargo”.