Así como hay dirigentes procesados en causas penales por el papel que desempeñaron o desempeñan en sus clubes, muchos otros, en su actividad privada, han atravesado situaciones semejantes. Incluso, alguno se mimetizó en el fútbol con el ropaje de asesor futbolístico de cierta gerenciadora, como el ex presidente de Belgrano de Córdoba, Hugo Gaggero (1986-1987). Se trata del hombre que posee una estrecha relación con Armando Pérez, el empresario que controla Córdoba Celeste, la sociedad anónima que administra el club de la Docta.

Gaggero no es otro que un ex vicepresidente del Banco Nación, con procesamiento firme en la causa IBM, que hace poco fue elevada a juicio oral. Su historia como funcionario comenzó en 1991, cuando Domingo Cavallo lo convocó para trabajar junto a él en la principal entidad de crédito del país, donde permaneció hasta el 14 de marzo de 1996, período durante el cual se concibió el denominado Proyecto Centenario (el contrato con la empresa de informática de EE.UU.).

Este personaje, propietario de futbolistas –Juan Carlos Olave, el arquero de Gimnasia, ha sido uno de ellos–, fue procesado por primera vez el 2 de abril del ’96 por el juez Adolfo Bagnasco. Volcado al fútbol por completo desde que cayó en el ostracismo político por la famosa causa de las coimas, ha hecho algunas operaciones con la empresa que maneja Belgrano. Su caso no es el único salpicado por las sospechas de corrupción ajenas al fútbol, pero quizá sea el más conocido, sobre todo en Córdoba.