Los obstáculos que motivaron la suspensión del partido Racing-Boca que se debió jugar el domingo parecen haberse solucionado. Tanto que ya hay un acuerdo tentativo para jugar el encuentro el 1º de noviembre, mientras que para el 8 se reprogramarán los 45 minutos que restan de Gimnasia y Boca. Por un lado, Rafael Di Zeo, el jefe de la barra brava de Boca, aseguró que no concurrirá a la cancha cuando se dispute el encuentro para no generar “problemas”. Y por otro, el juez de Lomas de Zamora, Raúl Calvente, quien dio lugar al amparo que beneficiaba a Di Zeo, se excusó de la causa y denunció que se siente amenazado por los dichos del ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, al pedir que le hagan un jury de enjuiciamiento por su fallo.

“Si el problema soy yo, no voy y listo.” Con esa frase, Di Zeo pareció encontrar la llave de la solución al conflicto que se desató el jueves pasado, cuando su abogado presentó el recurso de amparo para poder presenciar Racing-Boca, y terminó de explotar el viernes cuando el juez hizo lugar al pedido. Si el líder de la barra de Boca acataba la decisión de Racing de aplicarle el derecho de admisión, el encuentro se hubiese disputado sin ningún inconveniente. Luego del conflicto que se generó, con la aparición en escena de los gobiernos nacional y provincial, su postura cambió de manera radical: “Contra Racing no voy a ir a la cancha para que no haya problemas. Esto no me lo aconsejó mi abogado, ni nadie, fue una decisión que tomé yo”.

Lo curioso es que Di Zeo intentó mostrarse como una víctima de la situación. “Quieren tapar los problemas políticos conmigo”, señaló el líder de la barra brava boquense. Aunque no menos curiosa fue la respuesta que brindó Mario Gallina, el titular del Coprosede, impulsor de la aplicación del derecho de admisión. “Me parece bárbaro que él tenga este gesto. Sería una forma de ayudar a que el partido se pueda realizar”, indicó el ex árbitro, que está a la espera de saber si la apelación que van a presentar el organismo que comanda y Racing prospera en la Suprema Corte bonaerense. “Si la Corte dice que el derecho de admisión está mal aplicado, no lo aplicaremos más en la provincia de Buenos Aires”, manifestó el funcionario.

De manera paralela, el juez Calvente decidió dar un paso al costado al excusarse de seguir en la causa. “En estas condiciones es muy difícil trabajar, acabo de firmar mi excusación”, señaló el magistrado, que el viernes primero se había declarado incompetente y luego hizo lugar al amparo que favoreció a Di Zeo y a los otros barras. Además acusó a Arslanian de haberlo amenazado con iniciarle un jury. “Me siento abrumado por tener enfrente a una persona como Arslanian, que pareciera estar amenazándome sobre el destino de la causa y sobre mi destino personal. Dijo que me iba a promover un jury de enjuiciamiento”, señaló Calvente, que aseguró que su fallo se ajustó a derecho. “Para mí lo más fácil hubiese sido rechazarles el amparo y quedar bien con todas las instituciones”, comentó.