La perla más curiosa que tiene el registro de agentes abierto por la AFA es la presencia de tres mujeres entre sus inscriptos. No llegan a ser tantas como las que se volcaron hacia el arbitraje y son muchas menos que lo que indica la creciente participación femenina en los equipos de fútbol que disputan los torneos oficiales. Pese a ello, Sandra Mateo, de Lomas de Zamora; Carina Molozaj, con dirección en España, y Claudia Paniagua, de Capital Federal, trabajan en una actividad reservada casi por completo a los hombres.

Esta última es hermanastra de Antonio Mohamed, el director técnico de Huracán. Y cuando Página/12 intentó entrevistarla hace un tiempo para que contara cómo se sentía desempeñándose entre futbolistas, declinó conversar. No debe ser tarea sencilla convencer a un dirigente sobre la calidad de un delantero o un defensor si el juicio proviene de una mujer. El ambiente todavía es demasiado machista. Aunque ellas se atrevieron a dar el primer paso.