DEPORTES • SUBNOTA
La reapropiación de la calle que abrazaba a los pibes cuando no los drogaba, de la seguridad con más vecinos y menos policías, es un objetivo del fútbol callejero. Por eso, el Sudamericano 2005, que se desarrolló en la Argentina, se jugó sobre la Avenida 9 de Julio, con el Obelisco unos metros atrás de un arco. Por eso, el Mundial de Alemania se realizó en un barrio turco, que históricamente es reconocido por sus episodios de violencia cada 1º de Mayo. Y por eso la final del primer Nacional de fútbol callejero tuvo lugar en el Centro Cívico de San Carlos de Bariloche. Dos calles cortadas se transformaron en canchitas, rodeadas de color y de público. Casi perfecto; casi, porque en el medio del paraíso descansa todavía el monumento provocador a Julio Argentino Roca. Muchos globos y varias banderas que decenas de voluntarios se ofrecían a colgar, ocultaron, al menos por esa gloriosa tarde, la figura del terror, ya pintada una y mil veces con aerosol. La fiesta culminó con un espectáculo del Culebrón Timbal, que salió a ofrecer su música con plumas en la cabeza que hicieron estallar los aplausos de la gente. Aplausos que piden urgente una revisión de semejante atrocidad.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux