Raúl Fernández estuvo siempre al lado de Aníbal Ibarra durante su gestión como su principal operador político. Continúa en la administración porteña como secretario general de Jorge Telerman, pero sigue junto al ex jefe de Gobierno, empeñado en la construcción de “un espacio propio y autónomo” de centroizquierda. Dice que “nadie puede per se atribuirse la representación exclusiva de los sectores progresistas de la ciudad” y advierte que es necesario tener “la inteligencia suficiente para ayudar a construir un espacio mucho más amplio que pueda enfrentar a la derecha”. Fernández evalúa que en 2007 “la derecha tiene muy altas posibilidades de ganar la ciudad” y estima que seguramente postulará a Mauricio Macri. Sostiene que el candidato para enfrentar al empresario debe ser consecuencia del armado político y no descarta a Daniel Scioli. “No me parece que represente a la derecha en la ciudad; en el centroizquierda es más el centro”, analiza.

–¿Qué es el ibarrismo hoy?

–Un espacio que se conformó básicamente alrededor de Aníbal Ibarra como jefe de Gobierno. Ante la no existencia del elemento central que lo aglutinaba, que era justamente el Gobierno de la Ciudad, se abre una etapa nueva. Debemos ir hacia la construcción de un espacio propio y que intente reflejar el pensamiento de los sectores progresistas de la ciudad como expresión en términos políticos de lo que fueron las principales políticas en relación con lo público y el Estado que tuvo el gobierno de Ibarra.

–¿Por qué Ibarra terminó como terminó?

–Hubo una confluencia de varias situaciones. Una fue la clara utilización política de la tragedia de Cromañón. Otro elemento importante fue el repliegue casi absoluto dentro del Estado, de lo que era entre comillas una incipiente fuerza política, que no construyó sobre la sociedad más allá de lo que podía generar el accionar del gobierno. En tercer lugar, se dio una coincidencia de espacios políticos que parecían contrapuestos, caso el de Mauricio Macri y el de Elisa Carrió, que terminaron objetivamente confluyendo en una misma política, que era la destitución de Ibarra.

–¿Qué responsabilidad le atribuye a Ibarra y cuál asume usted, en tanto uno de sus principales operadores políticos?

–Mucho se discutió acerca de la casi nula relación entre el Ejecutivo y la Legislatura, pero gobernamos la ciudad durante casi cinco años sin tener una mayoría legislativa, buscando los necesarios consensos para las principales políticas públicas, y eso lo hicimos bastante bien. Ante la utilización política de una tragedia como la de Cromañón y la confluencia de intereses diversos se terminó tornando casi inviable la posibilidad de haber reflexionado durante ese año sobre lo que fue Cromañón y que la responsabilidad del jefe de Gobierno no ameritaba su destitución.

–¿Ibarra tiene futuro político?

–Ibarra sigue siendo y es una referencia política en la Ciudad de Buenos Aires. Si nos imaginamos que vamos a construir un espacio político pensando exclusivamente que en 2007 Ibarra sea candidato a senador, Raúl Fernández a presidente y Laura Moresi a senadora por el Chaco, nuevamente nos vamos a equivocar. La posibilidad de que Ibarra siga siendo una referencia política en la Ciudad va atada exclusivamente a la estructuración de un espacio político sólido, que tenga relación con la sociedad en términos no exclusivamente mediáticos, sino con las organizaciones sociales, con las distintas instancias de participación que hay con un pensamiento progresista o de centroizquierda.

–¿Por qué habrán de construir ahora un espacio que no construyeron desde el Gobierno?

–Ahora vamos a hacerlo porque estamos convencidos de que es necesario, porque reconocemos el error de no haberlo hecho y porque hay un espaciovacante en la Ciudad que es el del progresismo y somos quienes mejor podemos expresarlo.

–¿Telerman no lo expresa?

–Telerman es parte de la visión progresista en la Ciudad. Hay otros referentes, como Elisa Carrió, que no lo son.

–¿A Telerman lo incluye en ese espacio político propio del que habla?

–Lo incluyo, sin duda, en un espacio más amplio. Quienes participamos en la experiencia de gobierno en la Ciudad en los últimos años, y de la que soy parte ineludible, debemos construir un espacio propio y autónomo que tenga la inteligencia suficiente para ayudar a construir un espacio mucho más amplio que pueda enfrentar a la derecha en la Ciudad.

–¿Ese espacio es el Frente Progresista y Popular que va a lanzar Ibarra?

–Es eso, sin duda. Es la constitución de un partido político nuevo en la Ciudad con la visión de ser un elemento motor en la constitución de un espacio más amplio. Aquí nadie puede per se atribuirse la representación exclusiva de los sectores progresistas porque es un espacio complejo, plural, que necesariamente requiere una visión más amplia que la propia. Es un buen momento para poder retomar con mucha más fuerza la participación militante en la discusión y para tener un lugar orgánico y de referencialidad donde se discuta, se critique y se vaya avanzando. Es fundamental, además, no mirar exclusivamente el 2007.

–¿Qué evaluación hace de los primeros pasos de Telerman?

–Estructuró un gobierno de coalición con diversidades. Los principales planes de acción de gobierno los seguimos llevando adelante, saliendo lo más rápidamente posible de la situación de crisis institucional que se produjo en la Ciudad y poniendo en marcha otras ideas que también fueron surgiendo sobre la finalización del año pasado, como el caso concreto de Ciudadanía Porteña.

–¿Qué opina de que el apoyo público del kirchnerismo a Ibarra no haya tenido un correlato en la Legislatura?

–Cada uno de los diez legisladores que votaron la destitución tendrá en su conciencia qué es lo que hizo. De parte del kirchnerismo en su conjunto hubo un claro respaldo a la continuidad de Ibarra.

–¿Supone que el año próximo enfrentarán a la derecha junto con los kirchneristas?

–Sin ninguna duda. Debemos tener la inteligencia de encontrarnos en la misma vereda. La derecha tiene muy altas posibilidades de ganar la Ciudad en las próximas elecciones.

–¿Y quién cree que será el candidato de la derecha?

–Seguramente Mauricio Macri.

–¿Quién estima que lo enfrentará desde la otra vereda?

–El punto central es construir la vereda. No hay un candidato que pueda sintetizar el espacio progresista con las diversidades que hoy tiene en la ciudad. Si no ponemos una baldosa al lado de otra y hacemos un cordón para que los autos no suban y nos pisen, habremos retrocedido unos cuantos años.

–Roberto Lavagna, Telerman, Daniel Scioli, Daniel Filmus son los que se mencionan como posibles candidatos del oficialismo, ¿cree que será finalmente alguno de ellos?

–Vuelvo a decir: el tema central tiene que ser la construcción de la vereda.

–¿Le parece que cualquiera de esos candidatos representa al centroizquierda, si se construye como dice, una buena vereda?

–El candidato que surja deberá sintetizar esa pluralidad; no sé si alguno de esos cuatro u otro podrá, pero necesariamente deberá ser alguien fuertemente comprometido en esa construcción.

–Scioli parece por estos días el mejor posicionado. ¿Reúne esas condiciones?

–No lo descarto como candidato. No me parece que represente a la derecha en la Ciudad; en el centroizquierda es más el centro.

–¿Y en esta puja que anticipa entre el centroizquierda y la derecha dónde la ubica a Carrió?

–Carrió está reflejando cada vez más claramente un pensamiento conservador; su posicionamiento en relación con las retenciones a las exportaciones agropecuarias da una muestra clara de la visión de país que tiene y de su concepción política.

–¿Ibarra, a su criterio, debe ser candidato a senador, a diputado o a legislador local?

–Ponerse a especular hoy si es más razonable que sea candidato para tal o cual cosa implicaría desdecirme de lo anterior: las candidaturas deben surgir en función de la construcción de la vereda.