DIALOGOS › OSVALDO “CHATO” PEREDO, CONCEJAL DEL MAS EN EL ENCLAVE ULTRAOPOSITOR DE SANTA CRUZ DE LA SIERRA
El médico Osvaldo Peredo participó con sus hermanos en la guerrilla del Che y actualmente es concejal de la organización política del presidente Evo Morales. En su opinión, la intransigencia de la oposición puede llevar a enfrentamientos armados en Bolivia. “Cuando salí a la calle a festejar el triunfo de Evo –relata–, me gritaban: ‘¡Muera el kolla de mierda, no va a durar ni tres meses’.”
› Por Martín Piqué
–¿Cómo es ser concejal del MAS en Santa Cruz de la Sierra, el centro de la oposición a Evo Morales?
–Digamos que soy el referente más buscado por la prensa. Para dar una opinión del MAS estoy yo. Soy el referente más buscado por la prensa y también por la oposición. En dos años que estamos en el gobierno y tres años que soy concejal he sufrido seis atentados. Las últimas veces han sido muy agresivos y con la intención de matar. Y no reparan en los niños, porque yo vivo en mi casa y ahora tengo que tomar medidas de seguridad.
–¿Qué medidas?
–Clandestinizarme. Pero por supuesto no puedo estar clandestino en mi presencia política, porque tengo que estar en el Concejo. En el Concejo incluso he sufrido dos atentados. Una vez un intento de secuestro y la otra vez la Unión Juvenil Cruceñista quiso colgarme con una soga. Yo tengo una actitud no sé si de soberbia, pero cuando me amenazan parece que en vez de refugiarme voy al ataque. Es inconsciente porque no la domino. Eso hace que a veces el que está agrediendo tenga que frenarse. E inmediatamente vienen otros a defenderme.
–¿En la oposición le reconocen esa audacia?
–La ventaja que he tenido es que muchos de ellos me respetan porque he sido médico de toda la burguesía. Y también me tienen miedo.
–El intento de aplicar el impuesto a los hidrocarburos para garantizar una jubilación y una renta fue uno de los determinantes de esta oposición.
–Fue un pretexto. En todo caso la oposición nunca se resignó con el triunfo de Evo Morales. El día que ganamos las elecciones, el 18 de diciembre de 2005, salí en mi camioneta con la bandera del MAS por Santa Cruz bocineando con mi familia. Festejando el triunfo. Y por un sector donde están los bulevares se levantó la gente y gritó “¡muera el kolla de mierda, no va a gobernar ni tres meses!”. El día que lo eligieron, antes de asumir la Presidencia. Ellos estaban determinados a impedir por cualquier medio que gobierne Evo Morales. Y cuando asumió la Presidencia ellos decían “éste no dura ni tres meses. Le vamos a hacer la vida imposible”. A la Asamblea Constituyente tuvieron que aceptarla pero la bombardearon por todos los medios. Casi logran su objetivo. Ha sido un medio fracaso porque no concluyó de la mejor forma. Eso les da el pretexto de decir que esta Constitución es ilegal y que no aceptan el referéndum para ratificar la Constitución aprobada en Oruro. A la vez ellos han convocado a un referéndum para aprobar su estatuto autonómico. De todas formas, es ilegal porque nadie nombró, nadie eligió a los que iban a redactar el estatuto autonómico y sí eligieron a los que iban a redactar la nueva Constitución. Están en una actitud soberbia y beligerante en la que no les importa ser legales en ese aspecto. Y están logrando legitimidad con el apoyo norteamericano.
–¿Cuál es el papel de Estados Unidos en la crisis política?
–El plan norteamericano es establecer una cabeza de puente, un enclave, en Santa Cruz de la Sierra. No van a poder dar un golpe de Estado porque el Ejército se opone. Aunque tampoco está definido el apoyo al proceso de cambio. Pero sí es constitucionalista e institucionalista. Y la oposición no va a cejar en su actitud de establecer una cabecera de playa. Hoy hay dos problemas: el referéndum planteado por nosotros para aprobar la Constitución a nivel nacional, y el referéndum para aprobar los estatutos autonómicos planteado por la burguesía y la oligarquía que es apoyada por una parte sustancial del pueblo. Nosotros no aceptamos que convoquen a un referéndum por los estatutos autonómicos y ellos no aceptan que se realice al referéndum por la Constitución. Ese es el choque que se va a producir. Yo pienso que en un mes y mes y medio nomás. Porque yo no voy a permitir que no me dejen votar. Y ellos no van permitir que votemos en Santa Cruz. ¿Cuál es la solución que veo? Diferir los dos referéndum, porque todo eso tiene su tiempo, y vamos al referéndum por la revocatoria de los prefectos, del presidente y del vicepresidente. Es la única solución para evitar una guerra civil.
–¿Los grupos opositores están armados?
–Están armados.
–¿Y el MAS?
–Desgraciadamente no, pero en todo caso hay una fuerza muy grande que es la de los movimientos sociales. Y ya hemos visto que los movimientos sociales sin armas derrotaron al golpe en Venezuela.
–¿Y esta acusación de la oposición de que llegan aviones venezolanos con armas a Bolivia?
–Totalmente falsa. Eran aviones que salían de Bolivia. Todo eso la prensa lo distorsiona y miente tan descaradamente que queda como una verdad porque no hay otra versión pública.
–Desde el MAS han denunciado al actual embajador, Philip Goldberg, como un experto en procesos de atomización que se desempeñó en Kosovo y Bosnia.
–Seguramente que en la Cancillería y en el ministerio de Gobierno se están procesando algunos elementos. Pero sabemos que la tradición de la política norteamericana es elegir a sus representantes diplomáticos en base a la experiencia que tienen para combatir aquellos lugares donde están amenazados sus intereses. Dividir ha sido la experiencia de este embajador. Y lo está haciendo muy bien en Bolivia. Además, muchos de los dirigentes cívicos son croatas.
–¿Cuál ha sido la conducta de los países de la región hacia Bolivia? ¿Han colaborado, podrían colaborar más? Cuando estaba en discusión la autoridad de Evo, Lula y Michelle Bachelet han ido y han hecho un gesto.
–Nosotros estamos muy convencidos de que un intento de establecer ahí una cabecera de playa va a ser aislado por los países vecinos. Porque todos los países vecinos están plenamente convencidos y apoyan en términos diplomáticos (ojalá que eso fuera más allá de los términos diplomáticos). Eso es importante para nosotros. Pero sabemos que los gobiernos norteamericanos nunca han respetado la opinión de otros pueblos. Ni siquiera de los grandes países, potencias, como Francia y Alemania, que se oponían a la invasión de Irak. Igual han invadido. Por eso esperamos que sobre la base de las actitudes de los imperialistas norteamericanos actúen los pueblos vecinos. No solamente con actitudes diplomáticas.
–Es la segunda vez que dice “no solamente con actitudes diplomáticas”. ¿Qué otras cosas podrían hacer los gobiernos de la región?
–Hay que movilizarse en todos los sentidos. Hay que movilizarse socialmente. Aquí hacemos una convocatoria a todos los movimientos sociales de Argentina que se han destacado por su solidaridad. Que esa solidaridad sea más militante aún. Yo no quiero alarmar pero hago un alerta naranja en este momento. Y ese alerta naranja debe corresponderse con acciones de los movimientos sociales. Con presión a todas las instituciones de todos los estados vecinos para que actúen en consecuencia aislando cualquier intento de desconocer el gobierno de Evo Morales. Y apoyando la convocatoria que hace Evo a un referéndum revocatorio.
–¿Qué balance hace del gobierno de Evo?
–Lo que se hizo efectivamente no lo hizo ningún gobierno en los últimos veinte años. La nacionalización de las minas. El programa de alfabetización, que este año va a permitir declarar a Bolivia libre de analfabetismo. Los proyectos sociales en el tema salud, el seguro social de salud que abarca hasta los 21 años y que Bolivia no tuvo nunca esa posibilidad. La construcción de 40 hospitales de segundo nivel en menos de dos años. La construcción de siete hospitales de la Misión Milagros en la cooperación cubano-venezolana con Bolivia. Y tenemos el orgullo de decir que Bolivia, del millón de operados de cataratas y pterigio en toda América latina, ha operado a doscientos mil. Y en Santa Cruz de la Sierra, en el centro oftalmológico, se han operado 70 mil desde el 22 de abril del año pasado a la fecha. Es decir, el siete por ciento en Santa Cruz de todos los operados en América latina y el Caribe. Entre ellos hay 343 argentinos de escasos recursos que han ido a operarse a Bolivia.
–¿Estos cambios deben generar en la gente que ha sido beneficiada la convicción de que a este gobierno hay que defenderlo? ¿Existe esa convicción o hay pasividad en la base social del MAS?
–En Santa Cruz hay intimidación por la andanada de la dictadura mediática, de la versiones distorsionadas, de las mentiras. Hay intimidación, hay temor en mucha gente. Pero por eso vamos al revocatorio, y seguro que en Santa Cruz ganamos. El tema es cómo organizar a la gente con miedo, la gente que no tiene recursos, la gente que siempre estuvo a la expensa de lo que digan los dueños de los poderes. Ahora, en una nueva elección con un revocatorio, el MAS va a ganar seis gobernaciones y tres la derecha. Santa Cruz la gana, Tarija la gana. Y posiblemente en Sucre también, por lo de la capitalidad. La oposición para desgastar al gobierno recurre a cualquier cosa. Paramilitares, mercenarios, cualquier cosa.
–¿Hay paramilitares en Santa Cruz? ¿Quiénes?
–Hay paramilitares y mercenarios. Está la Unión Juvenil Cruceñista.
–¿Están armados?
–Sí, están armados.
–¿Y las instituciones funcionan? ¿Qué pasa con las fuerzas armadas?
–Las fuerzas armadas han mantenido una actitud institucionalista. Loable, porque es lo que les corresponde hacer y porque muchas veces han golpeado las puertas de los cuarteles y no han sido fructíferos para ellos. La oposición por eso acusa a las fuerzas armadas de ser masistas. Lo mismo para la policía. Podríamos decir que la policía incluso con una actitud más firme, más decidida.
–¿Y ha habido algún choque entre la Unión Juvenil Cruceñista y militantes del MAS?
–No, porque los militantes del MAS no estamos armados.
–¿Y qué pasará si se radicaliza el conflicto?
–Vamos a tener que armarnos. No queda otra. Ojalá que no lleguemos a eso.
–¿Conoció en persona al Che?
–Sí, tres veces. La primera fue para la conferencia de la Tricontinental. Yo estaba en Madrid. Era la época de Franco, pero Franco no había roto relaciones con Cuba. Y Ernesto pasó de tránsito oficial a Argelia. Y allí lo vi, colándome entre algunos periodistas que le hacían una conferencia en un hotel céntrico. Era un dignatario de Estado. Ya el Che era un personaje que creaba mucha expectativa. Su participación en Punta del Este y su discurso en las Naciones Unidas de 1964, todo lo que hacía y decía el Che nos llamaba mucho la atención a los estudiantes latinoamericanos en Europa, particularmente en Moscú. La segunda vez que lo vi fue en Moscú. El estaba de tránsito hacia China. Y la tercera, él retornaba de China y tuvimos una reunión más reducida con un grupo de dirigentes estudiantiles.
–Habiendo vivido tan cerca en su familia el proceso de la guerrilla en Bolivia, ¿qué es lo que más recuerda de Inti y Coco en esos días?
–Recuerdo las aventuras que teníamos en la infancia en una zona amazónica donde muchas veces nos perdíamos en el monte, agarrábamos cualquier caballo y con una liana montábamos a pelo por todas las pampas que hay entre los montes de la Amazonia. Algo que puedo dar como característica de la personalidad de Inti es que siempre fue un líder, siempre fue el de carácter más duro, más firme. Coco era el bálsamo, aquel que atemperaba siempre cualquiera de las rispideces que hay entre los niños. Coco venía a ser el equilibrio de todo. O sea que la relación con ambos era distinta. Con Coco me ligaba un sentimiento de mucho cariño y protección y con Inti me ligaba un sentimiento de seguridad en el futuro.
–Ya en ese momento usted estaba en Moscú, mientras se estaban dando los preparativos para la instalación de la guerrilla en Bolivia.
–Yo tenía conocimiento de que Inti y Coco se incorporaban a la guerrilla de Ñancahuazú. El diario del Che empieza el 6 de noviembre de 1966 y yo estuve con Coco e Inti un día después. Hay dos fotos que son muy públicas y han circulado profusamente que yo les saqué en el aeropuerto de Moscú a los dos el 7 de noviembre. Cuando se desatan los hechos en Ñancahuazú era mucha la ansiedad, mi preocupación, yo quería ya volver a Bolivia. Pero siempre estaba la actitud del PC que todavía no había aclarado su situación. A mí me informaban de una cosa y yo exigía muchas más acciones que siempre las desviaban o las explicaban de otra manera. Yo lo que quería en ese momento, con los reclutas que había formado, era lanzarnos en un avión en paracaídas en la zona guerrillera. Esa era una propuesta que teníamos. Después suceden los hechos, Fidel anuncia el asesinato del Che y no se sabía de los seis sobrevivientes. Coco había caído en La Higuera pocos días antes que el Che, de él sí se sabía porque salieron las fotos muerto de él. De Inti no se sabía, por lo menos era la esperanza que todos abrigábamos aunque también en el fondo pensábamos que podían haberlo matado. Menos mal que no fue así. Eran seis los sobrevivientes, al final fueron cinco porque uno cayó en combate, el Ñato. Hicimos contacto en febrero de 1968, en Chile. Inti los había acompañado hasta la frontera a los tres guerrilleros cubanos, Pombo, Urbano y el desertor Benigno, desertor posteriormente. Y quedaron Inti y Darío. Después hacemos contacto en Chile y yo acompaño a Inti en toda la labor de reestructuración de la columna. Es en esa circunstancia, en septiembre del ’69, cuando matan a Inti en La Paz. Entonces hay desmoralización en la gente que estaba preparándose y se dispersan. Quedamos doce compañeros que nos reagrupamos y decidimos quedarnos. Allí se armó lo que fue conocido como la columna de Teoponte.
–En la Argentina esa parte de la historia no es muy conocida. ¿Qué fue la guerrilla de Teoponte?
–Una guerrilla dirigida por campesinos. Toda la estructura dirigente político-militar de la columna era de campesinos. El único que no era campesino era yo, el jefe. Pero mi segundo al mando era campesino, el jefe de pelotón, el jefe de la retaguardia, del centro, de la vanguardia, eran campesinos. Y los jefes de escuadrón. Aunque se conoce esta guerrilla como una guerrilla de estudiantes porque los dirigentes estudiantiles que tenían mucha prensa participaron, pero como combatientes rasos, no como dirigentes. La historia, inteligente o a propósito, deforma esta realidad de una guerrilla que tuvo un efecto que la historia todavía no ha recogido en su dimensión. Nos vencieron. Cometimos errores queriendo subsanar aquello que consideramos errores tácticos de la guerrilla de Ñancahuazú.
–Después usted estuvo clandestino en Chile y la Argentina.
–Tuve que salir a Chile, volver a ingresar a Bolivia, venir a la Argentina en el ’73 para organizar la Junta de Coordinación Revolucionaria con Santucho, con Tupamaros y con el MIR. Con Tupamaros estaba el Negro Vargas, que era un seudónimo, porque Sendic estaba preso. Y por el MIR estaba Edgardo Enríquez, el hermano de Miguel.
–¿Qué impresión se llevó de Santucho en ese momento?
–Teníamos discusiones muy ricas. Extraordinarias. Era un hombre muy, muy humilde.
–¿En qué sentido?
–Pese a tener una formación muy rígida, venía del trotskismo, aceptaba muy bien el guevarismo, lo proclamaba. Sin embargo, su postulado de que no se podía hacer la revolución sin un partido llevó a que dentro del ELN surgiera una tendencia para formar un partido. Yo estaba en contra.
–¿Cuál era la relación de ustedes con el ERP?
–Yo estaba en la Argentina como representante del ELN de Bolivia. Aquí organizamos muchas cosas como Junta de Coordinación Revolucionaria. Las cuatro organizaciones hicimos la acción de Samuelson (N. de la R.: se refiere al secuestro del ejecutivo de ESSO Víctor Samuelson, realizado el 6 de diciembre de 1973. Samuelson fue puesto en libertad tras el pago de 12 millones de dólares). Nosotros participamos activamente en eso. El ERP era el que operativamente conocía el terreno, nosotros teníamos mucha experiencia en construir subterráneos y en la construcción de armas. El ELN construyó la primera y única metralleta. Ya escaseaba el armamento allá y necesitábamos tener armamento para ciudad. Y construimos la primera metralleta, que llamamos ELN. Después trasladamos todo ese taller para la Junta de Coordinación Revolucionaria porque en la Argentina se conseguían más materiales. Nosotros construimos la cárcel donde estuvo Samuelson y quienes hacían la negociación eran los tupas, que tenían más experiencia. Santucho era una persona cálida, no era autoritario, pero tenía una autoridad extraordinaria sobre todos los militantes. Era un líder muy natural. Escuchaba, no era un orador, un expositor. Era muy inteligente.
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