El italiano Roberto Di Cosmo inició su camino hacia la popularidad hace poco más de diez años, cuando publicó en Internet un artículo titulado “Trampa en el Ciberespacio”, en el que arremete contra Microsoft y en general contra las corporaciones informáticas que plantean un discurso único para el desarrollo tecnológico. Di Cosmo es un abanderado a ultranza del software libre, un tipo de tecnología que se rige por cuatro libertades básicas: la de usar el programa, la de estudiar cómo funciona y adaptarlo a las necesidades personales, la de distribuir copias y la de mejorarlo y hacer públicas las mejoras para ayudar al prójimo. La noción de software libre salió a la palestra hace más de veinte años como alternativa al sistema de copyright (que rige muchos programas informáticos, como por ejemplo Windows), que impide que los usuarios accedan al código fuente con el que está hecho el programa (y de esta manera el conocimiento del mismo queda limitado a la compañía que lo creó) y que implica el pago de licencia por su utilización (cuando estas licencias no se pagan, se considera que el usuario se transforma en un “pirata”).

A poco de publicar su afamado artículo, Di Cosmo –doctor en Ciencias de la Computación de la Universidad de Pisa (Italia) y profesor e investigador en la Universidad de París VII (Francia)– subió la apuesta con el libro Asalto planetario. El lado oscuro de Microsoft (escrito en colaboración con la periodista francesa Dominique Nora) en el que arremete definitivamente contra la corporación creada por Bill Gates, por sus prácticas monopólicas y también por inundar el mercado informático (a fuerza de dumping en muchos casos) con programas que considera absolutamente deficientes.

De paso por la Argentina, Di Cosmo brindó una charla en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva para contar su experiencia al frente del Grupo de Trabajo de Software Libre que funciona en el marco de uno de los polos de competitividad creados por el gobierno francés. El grupo, financiado con más de 12 millones de euros de fondos públicos para el desarrollo de proyectos innovadores, está conformado por alrededor de 70 actores de la industria del software de París, entre los que se cuentan pequeñas y medianas empresas, grandes prestadoras de servicios, centros de investigación y universidades. “La idea es que los resultados de esta cooperación puedan dar lugar a la innovación de manera eficaz, a través de la transferencia tecnológica, y también para que los problemas enfrentados por la industria puedan ser tomados como elementos de estudio en la investigación científica”, explica este italiano en un castellano aporteñado con acento francés. ¿Los motivos de su particular forma de hablar? Desde hace más de dos décadas reside en Francia junto a su esposa y madre de sus dos hijos, que es argentina, por lo que Di Cosmo visita este país con regularidad.

El software libre es considerado en este momento como uno de los mayores instrumentos de crecimiento económico e industrial en el ámbito mundial.