A Pepe Novoa lo respetan y quieren mucho, tanto los actores como los dramaturgos y directores de teatro. Se supo ganar ese lugar a fuerza de talento y buen compañerismo. Muchos recuerdan cuando fue presidente de la Asociación Argentina de Actores y secretario general del Bloque Latinoamericano de Actores (Blada), de 1997 a 1999 (ya del ’70 al ’72 había sido dirigente de la Asociación Argentina de Actores, siempre defendiendo los derechos de los trabajadores). Hizo La Pasión y Muerte de Florencio Sánchez, de W. Giménez con dirección de Boero-Asquini, en 1955. Y un año después: La condena de Lucullius, de Brecht, con dirección de Carlos Gandolfo. Cada año hizo una o dos obras y las tablas pasaron a formar parte de su vida cotidiana. Soledad para cuatro, de Ricardo Halac, con dirección de Augusto Fernandes en 1961; Los días de Julián Bisbal, de Roberto Cossa, con dirección de David Stivel, y La ñata contra el vidrio, también de Cossa, con dirección de Machi, ambas en 1966. Un año después hizo, del mismo autor y con el mismo director La pata de la sota y en 1967/68 representó la famosa obra de Talesnik La fiaca, con dirección de Carlos Gorostiza. Imposible nombrar a todas las obras porque son miles. En 1974: Arlequino, servidor de dos patrones,” de Goldoni, con dirección de Villanueva Cosse. Vuelve La fiaca en el ’76 y dos años después hace Lorenzaccio, de A. de Musset con dirección de Omar Grasso. En 1980, Viejos tiempos, de Pinter, con dirección de Hugo Urquijo, y en 1981, La oca, de Pais, dirigido por Osvaldo Bonet. En 1990, Aeroplanos, escrita y dirigida por Gorostiza; en 1998, Ya nadie recuerda a Frédéric Chopin de Roberto Cossa, con dirección de Omar Grasso. En 2007 hace Un enemigo del pueblo en el Teatro San Martín con dirección de Renán y en 2010/11 sube a escena con la obra de Teatro Abierto El acompañamiento, de Carlos Gorostiza, con Antonio Grimau, dirigidos por Urquijo, en el marco de Teatro por la Identidad. Pepe viajó por el mundo junto a su esposa, con quien tiene hijos y nietos. Estudió en Argentina, fue becado en varios países y hasta llegó a hacer un seminario con Lee Strasberg en 1970. Se ocupó del aspecto gremial de sus colegas cuando fue dirigente de la Asociación Argentina de Actores y permanentemente hace papeles en teatro, cine y televisión (recordemos que hace poquito fue el novio de la madre del gitano en El Puntero), pero aunque tenga un enorme currículum y muchos premios, Pepe es un hombre de 74 años, humilde de pies a cabeza, y da gusto verlo cultivar sus plantas, jugar con sus nietos, ir a hacer las compras al supermercado con su esposa Elena, o dialogar con tanto humor que parece un niño.

Premios y nominaciones:

1989-90: Premio Pepino el 88 a mejor actor protagónico.

1992: Premio María Guerrero a mejor actor protagónico.

1992: Premio Florencio Sánchez a mejor actor protagónico.

1990: Nominación Estrella de Mar a mejor actor protagónico.

1992: Nominación ACE a mejor actor protagónico.

1997/98; Nominación Martín Fierro a mejor actor de reparto.

1998: Nominación Florencio Sánchez a mejor actor de reparto.

2000: Premio Podestá a la trayectoria.