Se llama Raúl Sendic, como su padre, el líder del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Candidato a vicepresidente, con sus 50 años es la cara de la renovación al lado de Tabaré Vázquez, de 74. Forman la dupla que aspira a ganar un tercer gobierno de la coalición de centroizquierda Frente Amplio en las elecciones del 26 de octubre. “Muchas veces la gente me dice ‘si te viera tu padre hoy que sos candidato a vice’. Y yo no sé si mi padre me abrazaría o me cagaría a patadas”, dice y se ríe, resaltando que “todos los días me encuentro con un pedazo de la historia de mi viejo”.

Raúl Sendic afirma que su padre decía lo que pensaba y hacía lo que decía. “No se puede negar que fue un tipo coherente con sus ideas, humano e inteligente.” Usa las reflexiones que le escribía su papá desde la cárcel para los discursos de la campaña. “Las cartas son elementos que me sirven para pensar la política de hoy.” Sendic fue el líder indiscutido y respetado de los tupamaros. Cuando salió de la cárcel, en 1985, dijo una frase que indicó claramente el abandono de las armas: “Nos integramos a la democracia sin cartas en la manga”.

Sendic se recibió de licenciado en Genética en La Habana, donde vivió cinco años, entre el ’80 y el ’85. “Yo era muy joven y aproveché a estudiar, era muy difícil estudiar en Uruguay en esos años. Volví con el regreso a la democracia. Cuando mi viejo salió de la cárcel estaba en Montevideo, esperándolo.” El histórico guerrillero murió cuatro años después en París. El joven Sendic fue forjando una carrera política. De formación marxista, su primera agrupación dentro del Frente Amplio fue el Movimiento 26 de marzo, un partido de izquierda más radical, según él define. Fue diputado, ministro de Industria y presidente de la petrolera estatal Ancap. La lista 711 que lidera resultó la más votada en las primarias de junio, más que el Movimiento de Participación Popular (MPP), el partido de José Mujica. Por eso, no quedaban dudas de que sería el compañero de Tabaré Vázquez, pese a que el mandatario había propuesto a su mujer, la senadora Lucía Topolansky. Mujica asumió la derrota enseguida y sostuvo que Sendic representaba la renovación.

“Tengo una relación muy estrecha con Pepe, como de padre e hijo. Nos llevamos muy bien, y a veces tenemos diferencias, pero tengo un afecto muy grande por él, y he tenido un respaldo muy grande del Pepe”, sostiene Sendic. Mujica lo llama cariñosamente Raulito.

Con Tabaré Vázquez, Sendic se muestra coincidente en varios puntos: ambos declararon que están en contra de la legalización de la marihuana y del aborto, pero también aclararon que no modificarán las leyes votadas al respecto con mayoría del Frente Amplio.

A su paso por Buenos Aires, se los vio sintonizar bien ante los simpatizantes frenteamplistas que los aplaudían en un acto en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. También ante empresarios argentinos en un almuerzo en el Hotel Alvear, organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción –presidido por Eduardo Eurnekian–, al que asistieron el diputado Julio Cobos y el gobernador Antonio Bonfatti. Frente a un público elogioso del proyecto político uruguayo, Tabaré y Sendic exhortaron a invertir en su país, un sitio con “reglas claras y estabilidad macroeconómica”. Y con secreto bancario. “Habrá acuerdos de intercambio, pero se mantendrá el secreto bancario”, confirma Sendic.