Miguel Avila nació al sur de Córdoba en 1945 y tiene tres hijos. Su librería de Alsina 500 es parte del Casco Histórico, declarada de Interés Cultural en la Ciudad de Buenos Aires y Lugar Histórico Nacional en el 2000. Entrar a su librería se parece a un pequeño viaje donde se atraviesan grandes columnas. Se ven fotos de Leopoldo Marechal, Ernesto Guevara y el manuscrito de una carta de Neruda a Tuñón. Imágenes de revolucionarios mexicanos subidos a trenes y obras incunables como Sarmiento Poeta de Horacio Castillo y joyitas como Breve Historia de El pan de Buenos Aires de José Eizykovicz. Se advierte en el aire que esa fue la antigua Librería del Colegio pues hay libros de la Academia Argentina de Letras, diccionarios y material de consulta escolar. En el subsuelo por supuesto hay más libros y también objetos en vitrinas y estantes como las artesanías de origen ruso, un candil y una plancha de hierro de la época de la Colonia. El libre albedrío de estar entre novelas, relatos y poemas lo expresa sin vuelta un cartel: “Abrimos cuando llegamos, cerramos cuando nos vamos”.