La Reserva Federal bajó el miércoles un cuarto de punto su tasa de interés, a 2 por ciento. Luego de siete recortes consecutivos y la flexibilización de sus líneas de crédito a bancos, la Fed dio a entender que se tomará una pausa con la bajas de tasas. Unas horas antes se habían dado a conocer los datos del PIB para el primer trimestre del año que sorprendieron para bien a la mayoría de los analistas: el producto creció 0,6 por ciento, nada halagador para Estados Unidos pero sirve para alejar el fantasma de la recesión. Si bien son datos provisorios, el incremento del PIB en el primer trimestre se debió en gran parte a un aumento de 0,8 puntos en los stocks de las empresas.

Las tasas actuales son las más bajas de la historia y varios economistas empezaron a pedirle a Ben Bernanke, titular de la entidad, que pare ya, que la reducción de tasas no estaba funcionando como mecanismo para incentivar la actividad y además está generando cada vez mayores presiones inflacionarias. La Fed mostró de todas formas un prudente optimismo, al juzgar que los últimos indicadores sobre la inflación de base (que excluye alimentos y energía) “mejoraron levemente”. Las discrepancias en el seno del organismo sobre la gravedad de la amenaza inflacionaria, se vieron a la hora de votar: el presidente de la Fed de Dallas, Richard Fisher, y el de la de Filadelfia, Charles Plosser, votaron contra la rebaja de las tasas, por preferir “una decisión más moderada”.

Quienes quieren que la autoridad monetaria norteamericana suspenda sus recortes argumentan que las tasas reales son negativas y que tantas variaciones han estimulado la especulación con los commodities reduciendo el costo de acumular inventarios. Además, al empujar a la baja al dólar la Fed lo que hace es presionar al alza los commodities que cotizan en esa moneda. Por su parte, la cotización del petróleo se ubicó por debajo de los 114 dólares el barril, luego de un incremento mayor que el previsto de las reservas de crudo estadounidenses y la reducción en la tasa. En este escenario, el dólar también cedió y se situó cerca de 1,56 por euro.