Jue 19.09.2002

ECONOMíA  › CRECE EN EL GOBIERNO LA IDEA DE NO PAGAR CON RESERVAS AL FMI, BID Y BM

Agitando la amenaza del default total

En Economía aseguraron a este diario que la mayoría del equipo está de acuerdo en no pagar a los organismos financieros con reservas. Incluso habría consenso con el Banco Central. Se ofrecerán alternativas al FMI. Esa será la respuesta al “apriete” de Krueger.

Por David Cufré y Claudio Zlotnik

“Es más grave caer en hiperinflación que extender el default a los organismos internacionales.” La frase, pronunciada ante Página/12 por un integrante del equipo económico, revela la posición que va ganando terreno en el Gobierno: preservar las reservas del Banco Central aun a costa de declarar la cesación de pagos con el FMI, BID y Banco Mundial. Esta postura crece en el Poder Ejecutivo a pesar de las duras advertencias de la dama de hierro del Fondo Monetario, Anne Krueger. Sobre este punto, incluso, coinciden Roberto Lavagna y Aldo Pignanelli, habitualmente enfrentados. “Estamos decididos a cuidar las reservas”, manifestó a este diario un director del Banco Central. No obstante, Economía y el BCRA intentarán un último acercamiento con los organismos para tejer un acuerdo de cortísimo plazo. Por lo pronto, en el Palacio de Hacienda analizan distintas propuestas para encontrar un camino intermedio, evitando el default y, a la vez, la sangría de reservas.
Ayer por la tarde, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, mantuvo una conversación telefónica con Anoop Singh, director para el Hemisferio Occidental del Fondo. Allí quedó confirmado que una delegación argentina, conformada por el ministro Lavagna, su segundo Alberto Devoto, Aldo Pignanelli y el propio Nielsen, viajará rumbo a Washington el próximo jueves. El objetivo: negociar con las autoridades del organismos distintas alternativas para evitar el default sin que salgan dólares de la Argentina. Según pudo saber este diario, Lavagna ya tiene dos propuestas:
- Que el FMI provea financiamiento excepcional para que el Gobierno pueda pagarle los vencimientos al Banco Mundial y al BID. Incluso, esa ayuda podría servir para cubrir el compromiso sólo parcialmente.
- Gestionar un permiso especial para que estos dos últimos organismos -que por sus normas internas no pueden diferir vencimientos– hagan una excepción con la Argentina a pesar de que no haya un acuerdo global con el Fondo Monetario. En principio, se pediría la postergación por seis meses de los próximos compromisos. Durante ese período aumentaría la cuenta por intereses y punitorios. En realidad, el organismo demora ese tiempo en aplicar las máximas penalidades y considerar al país en una situación de completo incumplimiento. Entre las penalidades figura el retiro de las representaciones en Buenos Aires como un gesto simbólico de que la Argentina quedó afuera del mundo.
Entre los candidatos presidenciales del peronismo ya hubo dos –a través de especialistas de su entorno– que le hicieron saber al Gobierno que el cuidado de las reservas del Banco Central debería figurar entre sus principales objetivos. Esos candidatos son Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Menem.
El vencimiento más importante que el Gobierno tiene por delante ocurrirá a mediados de octubre: 850 millones de dólares con el Banco Mundial. Hasta fin de año, habría que abonar 2098 millones. Y ascienden a 4623 millones los vencimientos por ahora impostergables hasta marzo de 2003, aproximadamente la mitad de las reservas del Central. En caso de incumplir con un pago, el Gobierno cuenta con 30 días de plazo adicional para ponerse al día. El reinicio de las conversaciones entre el Gobierno y los organismos se dará en el marco de la Asamblea Anual del Fondo Monetario y del Banco Mundial.
Sin el acuerdo con el FMI, la estrategia del Gobierno fue cuidar cada dólar de las reservas. De hecho, el tándem Lavagna-Pignanelli prefirió ganar divisas en el mercado cambiario antes que posibilitar la baja de la cotización. Y lanzó una batería de medidas con el objetivo de maximizar las liquidaciones de dólares por parte de los exportadores y de restringir la fuga de capitales. En lo que va del mes lleva embolsados 233 millones de dólares, que se suman a los 390 millones obtenidos en julio y agosto. Después de tocar un piso de 8850 millones hace dos meses, el Banco Central muestra reservas por 9450 millones. Frente a la amenaza de Anne Krueger de que la Argentina recibiría “castigos económicos” en caso de extender el default a los organismos, en Economía hacen su evaluación: “Dejar de pagar no sería nada bueno. Pero también tenemos en claro que si cumplimos con los pagos podría desatarse un proceso hiperinflacionario. Además, ya sabemos que el Fondo no quiere formalizar un acuerdo duradero con este Gobierno. Estaríamos rifando el destino de la Argentina”, destacó un funcionario de la cartera económica a Página/12, solicitando reserva de su identidad.
El funcionario, asimismo, reveló una presunta contradicción en el FMI. “No dicen lo mismo en privado que en público. En las últimas reuniones con Nielsen y con Pignanelli en Estados Unidos plantearon la necesidad de seguir negociando a fin de setiembre, manteniendo las buenas relaciones. Pero pocas horas más tarde salió Krueger con los tapones de punta”, se quejó la fuente.
En la city tienen otra lectura de la reacción de la número dos del Fondo. Un importante financista expuso, en diálogo con este diario, que la dura apreciación de la estadounidense se debió a que “se enteró de que el Gobierno se resiste a pagar con las reservas”. De acuerdo a las interpretaciones que hacen en el equipo económico, la situación económica “sería manejable” aun en el caso de un default con los organismos multilaterales. “A pesar de que ya se sabe que no habrá acuerdo con el Fondo, los exportadores mantienen el ritmo de liquidación de divisas y el dólar sigue estable”, apuntó otro colaborador de Lavagna.

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