Ni el lockout ni las retenciones impidieron que el campo lograra en los últimos meses incrementar sus exportaciones. El mes pasado, los bienes primarios se ubicaron segundos, sólo detrás de los industriales, como principales ventas argentinas al mundo, aunque siguen siendo los de mayor participación en el comercio exterior. La diferencia entre ambos consistió en que, mientras los primeros se vieron favorecidos por un aumento internacional de los precios, los segundos lo hicieron vía incremento de cantidades. Así se desprende del informe de intercambio comercial que difundió ayer el Indec. Dentro del sector agroexportador, los más favorecidos por el incesante alza de la demanda de alimentos fueron el rubro cereales y oleaginosos.

El mes pasado, las exportaciones sumaron 5791 millones de dólares, un 35 por ciento por encima de igual mes del año pasado, mientras que las importaciones sumaron 4927 millones, un 61 por ciento más. El resultado fue un importante reducción del superávit, al quedar en 864 millones de dólares. El detalle de las cifras revela resultados interesantes en cuanto a la composición de los envíos al exterior y del efecto precio.

El rubro con mayor suba en abril fue manufacturas de origen industrial, con 41 por ciento, que se explicó por un aumento de 31 por ciento en cantidades y de 8 en precios. En cambio, productos primarios evidenció un incremento de 42 por ciento en precio y una caída de 7 por ciento en las cantidades. Lo más significativo es que mientras que el campo redujo su nivel de despachos pudo, no obstante, verse favorecido de tal manera por los precios internacionales. Así pudo igualmente liderar en términos absolutos el listado de productos exportados. En el primer cuatrimestre, por ejemplo, la exportación de cereales y oleaginosos se incrementó en 85 y 86 por ciento, respectivamente, con respecto de igual lapso de 2007. El top ten lo integran, en orden decreciente, los porotos de soja, el maíz, las harinas y pellets de soja, los automóviles, el aceite de soja, el de girasol, el petróleo, el resto de carburantes, las naftas y el gas de petróleo.

Por el lado de las importaciones, el sector agrícola también lideró las compras por “uso económico”. El mayor incremento se verificó en bienes intermedios y, dentro de esa categoría, principalmente en porotos de soja e insumos agrícolas (abonos y glisofato). Le siguieron barras y otros productos semielaborados de hierro y acero, y minerales de hierro para la industria siderúrgica. En bienes de capital siguieron liderando la importación los teléfonos celulares, seguidos por compresores de gases, cosechadoras-trilladoras y grupos electrógenos. Todos los usos crecieron en abril respecto del mismo mes de 2007, debido a precios, 39 por ciento, y cantidades, 20.

De acuerdo con un estudio reciente del instituto de estadísticas los precios de los productos para exportar crecieron durante el primer trimestre un 31,1 por ciento interanual, contra un 11 de los importados. En abril la relación fue de 37 por ciento frente a 16, respectivamente. Esto reflejaría un nuevo escenario de sostenida demanda de materias primas y sobreoferta de productos elaborados. Así, el Indice de los Términos del Intercambio, que mide la relación entre ambos precios, presentó entre enero y marzo un aumento de 18,2 por ciento interanual, que permitió al país un ingreso de 2232 millones de dólares adicionales a las ventas de 2007.

En lo que respecta a los destinos, el Mercosur, principal socio comercial de la Argentina, concentró el 20 por ciento de las exportaciones y el 35 de las compras al exterior. Las exportaciones hacia ese bloque crecieron en abril en todos los rubros, excepto productos primarios. Esto se debió a los menores envíos de trigo a Brasil.